Antonio Regalado

Necesitamos estadistas

«Si los “catalibanes” pueden unirse para investir a Mas, los constitucionalistas (PP, PSOE y Ciudadanos) deben formar gobierno porque los españoles somos más importantes que los todos los partidos juntos»

POR ANTONIO REGALADO

Las elecciones generales del 20D han proyectado un panorama de mayor incertidumbre en España que el IBEX y la prima de riesgo han percibido inmediatamente como un país, a priori, de difícil gobernanza. O sea, ingobernable. Solo una variable podía haber sido peor: que Podemos –el único triunfador- hubiera desbancado al PSOE.

El PP ha malversado la mayoría absoluta más grande y peor gestionada en democracia; el PS ha obtenido los peores resultados de su historia –se ha hundido en Madrid- y se le recordará por la genial idea de trasladar el Senado a Barcelona si forma gobierno y el insulto «indecente» de Sánchez a Rajoy en el cara a cara de la Academia que dejó K.O. al presidente ahora en funciones.

El puñetazo de un energúmeno en Pontevedra dejó claro también que, en vez de cumplir la ley y ponerle una querella para dar ejemplo, el líder del PP ha preferido, como en los casos difíciles –llámese Cataluña- mirar para otro lado. Pero a pesar de la dignidad con la que encajó el gancho no le ha servido de mucho. Ir al debate sin tener una respuesta contundente a la corrupción –el punto más débil de su mandato- respuesta con ataque al PSOE de los Gal, de la cal viva, de Filesa, Malesa y Time Sport; a PSOE de Cruz Roja, del BOE, de la Gürtel de Tomás Gómez y de los Eres (o negocios impropios de familiares del secretario general socialista, amén de su paso ventajoso por Bankia), demuestra una improvisación arriolica tan escandalosa como que en su coche oficial no portase otro par de gafas de repuesto.

Ciudadanos -el partido más de centro y más decente- no ha conectado con la gente y ha desilusionado a casi la mitad de sus votantes catalanes. Claro que, predicar la supresión de la Cámara Alta –y sustituirla por un consejo de presidentes; es decir, que los ejecutivos autonómicos (con voto ponderado, gracias Mas ) se conviertan en Legislativo tres días al mes- y la eliminación de las Diputaciones –deben convertirse en el verdadero órgano de gobierno de cada provincia- le han dejado con 40 escaños en la mitad de la nada.

Seis derrotas consecutivas

El PP tras su conclave extraordinario ha comisionado al inquilino (en funciones) de la Moncloa a que intente formar un gobierno estable. Ni una crítica tras seis derrotas consecutivas aunque Aznar reclame un congreso extraordinario Atacar a Rivera mientras potenciaba a Iglesias es una de las estrategias más absurdas de los populares. Podemos ha aglutinado toda la indignación del 15M y la ha puesto al servicio de los catalibanes separaratistas con su referéndum ilegal porque «Cataluña es una nación». Dice que «es un referéndum para quedarse en la España plurinacional». Nos recuerda al de Felipe González para quedarse en la OTAN. Si ya estábamos dentro.

Resumiendo; que la derecha y el centro derecha han sucumbido ante una izquierda desnortada y revolucionaria que no cree en España. . ¿Intentará Pedro Sánchez llegar a la Moncloa con un pentapartito de indignados unidos por su antiespañolismo? Yo creo que sí. Solo pueden impedirlo los 22 diputados andaluces de Susana Díaz y los 4 extremeños de Fernández Vara . De momento, Artur Mas y sus secuaces, se frotan las manos aunque los resultados de la extinta CiU se hayan encogido a la mitad tras la transustanciación en la Libertad y la Democracia. Con un par.

Ante el avance de los separatistas que investirán a Mas de florero vigilado por una presidencia coral, los constitucionalistas (PP,PSOE y Ciudadanos deben ofrecer un frente unido para no detener la economía, el empleo e iniciar las reformas urgentes que España necesita como la Ley Electoral, la de las Pensiones, la de la Educación, la de Lenguas, la FP y la ley de Aguas. Los españoles son más importantes que los intereses de partido.

Las urnas han hablado alto y claro. Y han dicho que los ciudadanos no quieren ni a Rajoy ni a Sánchez. ¿Alguien en sus Ejecutivas respectivas exigirán que ambos dimitan tras estos resultados? Ya se han preocupado de blindarse con grupos parlamentarios que le deben el escaño y que, tras un silencio cómplice, obligarán a aplazar “sine die” los congresos de cambio y renovación. Pretexto: el inestable momento político, el más difícil de los siete últimos lustros.

Mi pronóstico es éste. Entramos en tiempo de pactos y necesitamos hombres de estado. De lo contrario los partidos no deben desmontar sus maquinarias electorales porque todo hace prever que habrá elecciones generales en primavera, tras los tres meses de tiempo perdido en intentar formar un gobierno de demócratas constitucionales.

Si el pacto por España no es posible, se resentirá la actividad económica, se paralizara la creación de empleo y, desgraciadamente, reverdecerá el nacionalismo secesionista. Solo pediría una cosa a los partidos supervivientes -¡lástima de UPyD!-: que la próxima campaña tenga menos publicidad y más estrategia, con ideas claras y principios más nítidos. Que piensen en las personas –en especial en las más vulnerables- y menos en los aparatos. Y que utilicen dos herramientas que funcionan: las políticas de precisión y el geomárketing (marketing del territorio donde viven ciudadanos, contribuyentes, seres humanos). Necesitamos, además, para purificar el ambiente, una semana de lluvias incesantes.

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