El lenguaje teatral innovador de Interrupted fascinó a los espectadores del Rojas

El publicó aplaudió con ganas esta pieza teatral hábil, sofisticada y conmovedora

ANTONIO ILLÁN ILLÁN

Vaya por delante el aplauso antes que las palabras para Ariana Cárdenas, Andrea Jiménez, Esther Ramos y Noemí Rodríguez por el trabajazo coral que han realizado en «Interrupted». Lo de coral lo digo en el doble sentido de conjunto y de coreografía, pues lo suyo ha sido una representación casi ballet con una precisión de movimientos y de gestos estudiados al detalle y ejecutados con la precisión de un robot con alma. Nunca el nombre una compañía estuvo tan bien puesto. La compañía Teatro En Vilo , al menos con este espectáculo, mantiene en vilo al espectador desde el minuto uno al sesenta y cinco. Y todo ello sin importar demasiado lo que pase, la historia, lo que se cuenta, lo que diga el guión. Y hay que aplaudir también a las creadoras originales de la idea y su desarrollo escénico: Fiona Clift, Blanca Solé y las propias actrices Andrea Jiménez y Noemí Rodríguez, que son, al mismo, tiempo las directoras de la obra.

Que el espectáculo «Interrupted» es divertido no cabe la menor duda; es divertido pero no evasivo; hay humor pero con mucha ironía que roza a veces el sarcasmo; es comedia, dicen, pero termina pareciéndose a un drama, aunque las icosaédricas caras del drama, que son las caras y el conjunto de gestos corporales de las cuatro actrices, produzcan ganas de reír. ¡Quién no se ha reído cuando ha visto a alguien caerse de manera tonta! Las múltiples facetas de la vida las cuatro actrices las muestran encarnando a una impresionante y variada gama de personajes, lo que da idea del saber, el estudio, la creación, las habilidades y el trabajo escénico de las cuatro actrices y de la dirección escénica que llevan a cabo dos de ellas.

La historia, el argumento, la anécdota, en «Interrupted», importa algo, pero más bien poco. Es evidente que una vida perfecta se convierte en un infierno; en seis días la protagonista, digamos que Isabel, lleva su existencia del orden rutinario al caos más absoluto. Sin embargo, el contenido de «Interrupted» va mucho más allá de la historia que cuenta, puesto que lo que termina trasmitiéndose y llegando al espectador es un cúmulo de emociones, de situaciones diferentes y posibles, de estados de ánimo, de actitudes diversas y cambiantes, de deseos o de introspecciones, que tienen su sustento, no tanto en la palabra, sino en el teatro del gesto, de la expresión corporal, del movimiento, de la fisicidad, de la coordinación del conjunto y de los matices que se multiplican con el cambio de figurines. Tampoco es que la palabra se desprecie, pero, evidentemente, no es lo que se conoce como teatro de la palabra; de hecho, hay ocasiones en las que en vez de hablar se balbucea y esto tiene sentido. Digamos que en su lenguaje escénico integrador es donde se encuentra la esencia de este teatro En Vilo . Y no hay que pensar que estamos ante un nuevo teatro del absurdo, no, ni mucho menos. La vida está muy presente, la realidad es perceptible y la ficción que se crea no es ni más ni menos que agarrar esos puñados de la realidad y de la vida y hacer con ellos puro teatro, que también, por supuesto implica reflexión y crítica, irreverencia y ternura, risa y llanto, es decir, lo que pasa en la calle compendiado en un frasco de esencias.

Algo que es preciso significar porque es de justicia y porque no es lo más habitual, es que Ariana Cárdenas, Andrea Jiménez, Esther Ramos y Noemí Rodríguez , que realizan un trabajo interpretativo excelso, tienen una trayectoria formativa profunda y considerable en diversos campos del universo teatral; vamos que no son cuatro rostros bonitos que han dado el salto a partir de una serie televisiva de éxito, sino que vienen avaladas por muchos años de estudio multidisciplinar.

Está muy bien que venga teatro muy actual de verdad a un ciclo que se llama precisamente «Teatro contemporáneo» . «Interrupted», además, es innovador, sugerente, tiene moral pero no abusa de la moralina, hace reír y emociona, es atrevido y valiente y no engaña a nadie. Espectáculos como este estaría bien que se utilizaran para las campañas de teatro escolar, pues a los jóvenes hay que atraerlos al teatro, que es cultura, con espectáculos que sean de lo bueno lo mejor, y que sean verdaderos símbolos del universo moderno e innovador en todo tipo de lenguajes en los que la juventud se desenvuelve.

Evidentemente, el público, que llenaba el teatro de Rojas, cuando salió de la sorpresa y entró en el meollo de la obra, aplaudió con ganas esta pieza teatral hábil, sofisticada y conmovedora.

El lenguaje teatral innovador de Interrupted fascinó a los espectadores del Rojas

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