El ladrillo reclama un ERTE «de guerra» por su dependencia del gas

El ladrillo reclama un ERTE «de guerra» por su dependencia del gas

Varias fábricas han tenido que parar temporalmetne por los altos costes EFE

A.M.

Las cosas pintaban bien para el sector de ladrillos y tejas , con gran peso a nivel nacional en la provincia de Toledo. Al menos eso se refleja en el informe elaborado por Hispalyt, Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida , que dará a conocer en abril, y en el que se señala que: «la demanda de productos cerámicos en el año 2021 ha sido muy alta. Y la previsión de ventas del sector de ladrillos y tejas en el año 2022 era muy buena, ya que se esperaba un crecimiento del 27% con respecto al año 2021, en base a que los datos de viviendas iniciadas de obra nueva en el año 2021 según el MITMA habían crecido un 27% con respecto al año anterior, y existe un decalaje de un año entre el inicio de la vivienda y la necesidad de colocar materiales cerámicos».

Pero la guerra por la invasión de Ucrania por parte de Rusia parece haber truncado las expectativas . Y de forma alarmante ya se ha traducido en algunos cierres temporales . La dependencia del gas en esta industria es elevada, ya que supone en concreto el 40 por ciento de los costes totales de la producción.

Precisamente en dicho informe de Hispalyt se describen los efectos de la escalada del precio del gas y se proponen una serie de medidas de aplicación urgente. Sobre el primer aspecto, se indica que «durante este año 2022, por el alto precio del gas natural, bastantes empresas optaron por parar temporalmente sus procesos productivos, dado que el gobierno aprobó en diciembre el Real Decreto-ley 29/2021 con medidas de flexibilización que permiten a las empresas paradas no tener que soportar los costes fijos derivados del contrato de suministro de gas hasta el 31 de marzo de 2022. En algunos casos, las empresas paradas han mantenido a sus trabajadores, realizando labores de mantenimiento, y en otros casos, las empresas paradas han optado por activar ERTEs ETOP. Estas medidas se llevaron a cabo para intentar garantizar la viabilidad de las empresas en el largo plazo, como medidas de adaptación a la situación actual, ante la previsión de un escenario en el que se preveía que el precio del gas fuera muy alto en el primer trimestre de 2022, pero empezara a relajarse en el segundo trimestre».

«Sin embargo, el estallido de la guerra en Ucrania ha hecho que la situación de las empresas del sector se vuelva todavía más grave, por lo que en la semana del 7 de marzo de 2022 la casi totalidad de las empresas del sector se ha visto obligada a parar drásticamente su producción».

Ante esta situación, «ahora, más que nunca, se hacen necesarias medidas firmes y contundentes por parte de las administraciones, tanto estatal como europea, con el fin de intervenir el mercado energético, así como otras medidas financieras y fiscales que aporten liquidez a las industrias».

En un sector afectado directamente por el gas, la primera medida concreta que se solicita como «imprescindible» es que «el Gobierno apruebe un nuevo ERTE de ‘guerra’ para empresas fuertemente dependientes del gas natural o de las materias primas provenientes de Ucrania, similares a los ERTE de ‘fuerza mayor’ que el Gobierno aprobó por el tema del covid. Con los ERTE ETOP, por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, la empresa tiene el coste de la Seguridad Social del trabajador, y el trabajador consume paro, cosa que no ocurre con los ERTE de ‘fuerza mayor’. Dada la excepcionalidad de la situación que se ha generado por la ‘Guerra Ucrania-Rusia’ se hace necesario que aquellas empresas que tengan que parar sus procesos productivos por no poder asumir la situación del precio del gas o de la falta de materias primas, no tengan que asumir el coste de Seguridad Social de los trabajadores, porque en caso contrario, dichas empresas se verían obligadas a cerrar de forma definitiva. Se trata de una medida excepcional, para intentar garantizar la viabilidad de estas empresas».

Además, otras medidas se centran en incluir en la reducción de peajes a las industrias, que sin tener específicamente la calificación de “electrointensivas”, son grandes consumidores de electricidad; la flexibilización de los contratos de suministro de electricidad; la actualización urgente de la retribución a la operación (Ro) de las instalaciones de cogeneración, y por último regular normativamente un estatuto de la industria calor intensiva.

Costes disparados

Francisco Hernández Sánchez , presidente del sector de ladrillos y tejas de la provincia de Toledo, corrobora y comparte el diagnóstico y todas las medidas planteadas desde Hispalyt, haciendo especial incidencia en la insostenibilidad, que lleva a cierres parciales de empresas, de los precios de la energía en un sector que se basa en el ciclo combinado de gas y electricidad. En el caso del gas, la totalidad procede de Argelia, pero el conflicto bélico ha disparado los precios pese al acuerdo anual, y en el caso de la electricidad Hernández llama la atención del hecho de que haya que estar a lo que cada día marca el mercado, eso sí, con la particularidad de que el precio lo marcan aquellos parámetros que representan el apartado más elevado de la factura.

En este sentido, destaca la brutal subida de la luz, ya que de pagar antes a 20 euros el megavatio, ahora se dispara a unos 130 euros, con puntas de hasta 200 y 240 euros. A su juicio, la situación de alarma actual en el aspecto energético viene derivada de que « Europa no se ha preparado energéticamente, y ahora lo estamos pagando », un debate que sin duda es uno de los centrales de los estados europeos.

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