Gregorio Rivera Arellano - Opinión

Sagrario es nombre de mujer

«Toledo sabe a mazapán consagrado con una copita de vino añejo. Toledo se ve con cuestas infernales que la historia hace agradables. Toledo suena a cantos religiosos...»

Gregorio RIVERA ARELLANO

Sagrario es nombre de mujer. Es nombre sagrado, de carga afectiva y con gran emotividad. Es nombre de corona, de nobleza, de llanura y de valles. Es nombre que indica un lugar, un destinó, un viaje. Es un nombre significativo, cariñoso, ilustrado. Sagrario es un nombre importante para mí, y seguro que para ti también.

La maestra se llama Sagrario. La monja se llama Sagrario. La cocinera se llama Sagrario. La vecina se llama Sagrario. La señora de la limpieza se llama Sagrario. La camarera se llama Sagrario. La encargada se llama Sagrario. En la calle, en el templo, en la casa. Sagrario está en todos los sitios y en uno muy especial.

Toledo huele a Sagrario impregnado de tomillo. Toledo sabe a mazapán consagrado con una copita de vino añejo. Toledo se ve con cuestas infernales que la historia hace agradables. Toledo suena a cantos religiosos. Toledo ve y se ve como una leyenda encantada donde el protagonista está en un deleite continuo. Toledo se toca con la mente y con el corazón, con el intelecto, con la sabiduría, con la voluntad del emprendedor enamorado de su arte. Y ahí, en Toledo, en su centro y en sus alrededores está la Virgen del Sagrario, patrona de voluntades religiosas, favorita del pueblo, elegida del destino y hallada para dar esperanza, ilusión y felicidad a toledanos y no toledanos que en ella ven a la Madre de Dios.

Y con la Virgen del Sagrario, Adviento, Navidad y toda la vida.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación