EN PRIMERA LÍNEA / Crisis del coronavirus

«Hay gente que va al súper a pasear como si estuviese en el parque»

Rosa María Muñoz es dependienta en un hipermercado de Ciudad Real

Última hora sobre el coronavirus

Rosa María Muñoz ABC

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Después de una «agotadora» jornada laboral, cuando Rosa María Muñoz llega a casa y ve a su hija, la tensión acumulada desaparece y piensa: «Ha merecido la pena». Esta ciudadrealeña de 40 años reconoce estar viviendo días de «estrés» y de «miedo», sobre todo por sus familiares más allegados, ya que su padre padece una enfermedad crónica, un factor de riesgo para quienes contraen el coronavirus (Covid-19) .

Al igual que muchos profesionales que operan en empresas de distribución, Rosa María trabaja como dependienta en un hipermercado para garantizar el abastecimiento de productos básico s a la población confinada en sus casas. Estos días, a su vestimenta habitual de trabajo ha añadido unos guantes y una mascarilla, dos complementos imprescindibles tanto por su seguridad como la de los consumidores.

A punto de cumplirse la primera quincena de confinamiento, asegura que el volumen de clientes ha disminuido bastante en relación con los primeros días de decretarse el estado de alarma. «Fue una locura, no dábamos abasto. Según íbamos reponiendo muchos productos se iban agotando». Un aprovisionamiento donde no faltaban alimentos no perecederos y el papel higiénico, que ahora ceden paso a los productos de limpieza, cervezas, conservas, legumbres, fiambres, pasta y arroz.

Pero, según van pasando los días, hay otros artículos que empiezan a despuntar en la lista de la compra. Se trata de accesorios de jardinería, herramientas de bricolaje y materiales para hacer deporte en casa. «Las bicicletas estáticas se han agotado», puntualiza. Y es que en tiempos de confinamiento no solo hay que tener llena la nevera, sino también ocupada la mente.

Esta segunda semana, la afluencia de público ha disminuido, sobre todo por las tardes (el grueso se concentra por las mañanas), pero Rosa María echa en falta «la responsabilidad» de algunos usuarios que van al súper «a pasar el rato», poniendo en riesgo la salud de los demás. «Hay gente muy concienciada que lleva una lista para hacer una compra rápida y marcharse, pero otros, en cambio, van al supermercado a pasear como si estuvieran en el parque, sobre todo los mayores». «¿No se dan cuenta de que están poniendo en riesgo su vida y la de los demás?», se pregunta indignada.

La cadena de supermercado ha puesto en marcha una serie de medidas para garantizar la seguridad de sus clientes y empleados. Reducción de horario de cierre, uso obligatorio de guantes para todos los usuarios y «se está estudiando» la posibilidad de que haya un horario especial para la compra de los mayores de 65 años.

Presencia de la UME

Sobre la presencia, en algunas ciudades del país, de militares de la unidad Militar de Emergencias (UME) para controlar el acceso a centros de alimentación, almacenes y supermercados, Rosa María considera que es una medida que deberían de adoptar en más puntos de la geografía española. «Deberían controlar los accesos y pedir el ticket de compra a los clientes para comprobar qué es en realidad lo que han ido a comprar», sugiere.

Para finalizar, Rosa María lanza un mensaje: «El supermercado no es un sitio para darse un respiro, sino un lugar para comprar los productos básicos. Si no ponemos todos de nuestra parte, esta situación se va a alargar muchísimo. Responsabilidad a la hora de hacer la compra ».

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