El estremecedor relato de la Fiscalía sobre el asalto de cuatro delincuentes en 2007 a una casa habitada
Casi 14 años después, los hechos se juzgarán en la Audiencia de Toledo este miércoles
Solo un albanés está procesado, ya que sus tres compinches no han sido identificados
Viernes, 14 de septiembre de 2007. Son las 2:30 de la madrugada. Cuatro individuos asaltan una casa de la provincia de Toledo. El nombre de la población, una pequeña localidad cercana a la capital regional, permanece en el anonimato para preservar la intimidad de las tres víctimas: un matrimonio y su hijo, de 11 años. Van a sufrir una salvaje agresión de los cuatro delincuentes, según el sobrecogedor relato del Ministerio Público. Casi 14 años después, la Fiscalía pedirá este miércoles en la Audiencia de Toledo un total de 19 años de prisión para el único procesado, un albanés, ya que sus tres compinches no han sido identificados.
Aquella madrugada, los asaltantes ya están dentro de la vivienda, una casa de dos plantas y garaje, después de forzar la cerradura de una de las puertas de entrada. Portan armas blancas y llevan sus rostros tapados con pasamontañas o pañuelos, y cubren sus manos con guantes tipo jardinero para no dejar huellas.
Tres irrumpen en el dormitorio del matrimonio mientras el cuarto se queda en la puerta de la habitación del menor. Al padre le ponen un cuchillo en el cuello y a la madre le quitan de la muñeca el reloj de pulsera. Les preguntan por el dinero y la caja fuerte.
El matrimonio indica dónde guardan joyas y otros objetos de valor en el dormitorio. Los ladrones se ponen a buscar en los armarios y cajones, pero no es suficiente para ellos. Insisten violentamente en saber dónde guardan dinero y la caja fuerte. Dan una vuelta más a su hostigamiento. Meten a la pareja en el baño de su dormitorio, donde les atan las manos a la espalda con corbatas. Son pateados y golpeados con los puños. El marido queda inconsciente, lo meten en la bañera y consiguen reanimarlo con el agua de la ducha.
Sacan al matrimonio del baño para recorrer la vivienda. La violencia es brutal. Los ladrones buscan dinero y más objetos de valor. En el salón encuentran unos 2.000 euros en efectivo dentro de un mueble; en el garaje hallan la caja fuerte, pero está abierta y vacía. Pero a estos criminales parece que alguien les ha informado de que en la casa hay más dinero y otra caja fuerte, porque insisten a la pareja entre patadas y puñetazos.
Como no consiguen nada, vuelven a subirlos a la planta principal. Uno de los delincuentes se queda con el marido en el baño de su dormitorio mientras que otros dos obligan a la esposa a bajar otra vez con ellos al garaje. Entre ellos está el albanés que va a ser juzgado este miércoles en la Audiencia toledana.
Al bajar por las escaleras, los dos van tocando los pechos de la mujer, a la que cogen por el cuello y se lo aprietan con tanta fuerza que le cuesta respirar. Ya en el garaje, un asaltante tira al suelo a la esposa, que lleva las manos atadas a la espalda.
Agresión sexual
En este punto, el relato del Ministerio Público es más espeluznante si cabe: un delincuente levanta el camisón de la mujer, «introduciéndole los dedos por la vagina y el ano, para después intentar penetrarla con el pene vaginalmente, lo cual le resulta imposible dada la rigidez de la misma, por lo que le tira del pelo, la obliga a incorporarse y ponerse de rodillas para hacerle una felación».
Vuelven a subir a la esposa a la planta superior, encierran al matrimonio y a su hijo en el baño de la habitación del niño, y los cuatro criminales huyen de la vivienda. Se llevan dos relojes marca Rolex, otro de la firma Breitling, 2.000 euros en metálico y joyas.
El único procesado se enfrenta a dos delitos: uno por agresión sexual y otro por robo con violencia en casa habitadas. Por el primero, el Ministerio Público pide una pena de catorce años de cárcel, mientras que por el segundo, cinco años de prisión.
Además, la Fiscalía exige que el acusado indemnice a la mujer con 9.000 euros y a su esposo con 150 euros por las lesiones sufridas, además de la cantidad que se fije en la sentencia por los efectos robados y los desperfectos causados.