Este Jueves Santo salen la Virgen del Amparo, Cristo de la Vega y de la Expiración

A las seis de la tarde, el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, concelebrará en la catedral primada la misa de la Cena del Señor

Cristo de la Expiración L. Revenga

S. RUIZ / S.DORADO

En Toledo todavía hay dos Jueves que relucen mas que el Sol. Hoy Jueves Santo y el dia del Corpus Christi. En el Jueves Santo, la iglesia católica conmemora la última cena que Jesucristo celebró con los apóstoles la víspera de su Pasión, cuando instituyó el sacramento de la Eucaristía, el sacerdocio y el mandato nuevo, es decir, la caridad fraterna.

A las 10,30 horas habrá meditación sobre la liturgia del día a cargo del arzobispo primado Francisco Cerro. Los bronces del campanario de la torre de la catedral primada anunciarán al pueblo de Toledo, con sus acompasados y alegres tañidos que van a comenzar los oficios del Triduo Pascual. A las 18,00 horas, en la catedral primada, el arzobispo de Toledo y primado de España, acompañado por miembros del cabildo catedralicio, oficiará la solemne misa vespertina de la Cena del Señor. En ella se conmemorarán tres realidades entrelazadas: la institución de la Eucaristia, la del sacerdocio y el precepto del amor fraterno. Después de las lecturas, el Evangelio y la homilía, el prelado primado lavará los pies a doce personas. En la consagración se consagrarán las sagradas formas que se crean necesarias para que los fieles puedan comulgar hoy y mañana.

Concluida la solemne eucarístía , en un copón con las sagradas formas, en procesión bajo palio, el arzobispo primado trasladará al monumento armado en la capilla de San Pedro al Cuerpo de Cristo, que quedará guardado en la esplendorosa arca de Salinas. Luego, los canónigos harán turnos de vela hasta después de la hora Santa que finalizara a las 24,00 horas.

Desde 1953 la procesión más importante de este Jueves Santo la organiza la cofradía de la Virgen del Amparo, con sede canónica en la iglesia de San Ildefonso, ubicada en el barrio de Santa Teresa. A las 20,30 horas, saldrá de la catedral primada por la puerta Llana la cruz guía y después los cinco pasos que componen el desfile procesional, con la novedad que este año todos serán portados a hombros de sus cofrades. Abrirá el cortejo La Oracion en el Huerto, obra del escultor toledano Luis Martin de Vidales, que comenzó a participar en la procesión en 1973. Desde hace unos años es portado a hombros por sus cofrades.

Seguirá el Cristo atado a la columna, obra anónima de del XVII que las monjas del convento de la Inmaculada Concepción, popularmente las gaitanas, ceden gustosamente a la cofradía de 2013 a. Antes había participado un Cristo atado a la columna obra de Juan Guas, de la iglesia de San Justo.

A continuación, uno de los pasos más tradicionales de la Semana Santa imperial es el Jesús Nazareno de la hermandad diocesana de sacerdotes, que recibe culto en la iglesia de Santo Tomé. Es portado en unas andas plateadas que estrenó el Martes Santo de 1928, cuando acompañó al Santísimo Cristo de la Vega que subió desde su basilica a la catedral.

Seguidamente sale la mejor escultura de las que participan en los desfiles procesionales de estos días santos: el Santisimo Cristo de la Agonía, de autor anónimo del siglo XVI. Aunque pertenece a la iglesia de San Nicolás, está guardado durante todo el año en el Museo de Santa Cruz.

Cerrará la procesión la Virgen del Amparo, obra del escultor toledano Cecilio Bejar en 1953 y restaurada en 2001 por Enrique Toledo Brasal. Será portada a hombros por 28 cofrades. Hasta 2019 desfiló en una preciosa carroza que fue construida en los talleres de la antigua Fábrica de Armas de Toledo. El itinerario que realizará será el que hace desde 1965: Puerta Llana, Cardenal Cisneros, plaza del Ayuntamiento, Arco de Palacio, Hombre de Palo, Comercio, Zocodover, cuesta de Carlos V, plazas de Horno de los Bizcochos y Magdalena, Tornerías, plaza Mayor, Sixto Ramon Parro, Cardenal Cisneros y entrada a lacatedral.

Ya Viernes Santo

A los acordes del himno nacional interpretado por la banda de cornetas y tambores de su hermanad, en el primer minuto del Viernes Santo saldrá por la puerta Llana de la catedral primada el Santísimo Cristo de la Vega, portado en unas andas de 800 kilos de peso que llevan 20 cofrades de ambos sexos. Por Cardenal Cisneros el acto penitencial llegará a la plaza del Ayuntamiento, donde enfrente de la puerta del Perdón el coro del Seminario Mayor de la ciudad, que acaba de salir de la hora santa celebrada en la catedral, le canta desde el 2002 un motete. Subirá por Arco de Palacio para seguir por Comercio, cuesta de Belén, Plata, Alfileritos, bajada de los Carmelitas, plaza de los Carmelitas, cobertizo y plaza de Santo Domingo el Real, donde a partir de 2002, en la puerta de monasterio de Santo Domingo el Real, los Caballeros Penitentes del Cristo Redentor le cantan el Miserere. Continuarán por Buzones, plaza de la Merced, Real, puerta del Cambrón y bajada de la Cava, donde los costaleros tendrán muchas dificultades para bajar y recordarán que por allí bajaron los jueces, alguaciles, el pueblo para tomar juramento al Santísimo Cristo como testigo que no como juez. Lo harán en zizagueo de luces y plegarias a buscar el refugio en su antiquísima basílica, donde el primer viernes después de Pascua de Resurrección comenzarán los tradicionales ‘Reviernes’ en los que se recuerdan las siete palabras que Jesús pronunció en la cruz.

El Santísimo Cristo de la Expiración participo por primera vez en los desfiles de la Semana Santa toledana en la procesión del Viernes Santo de 1928. En 1930, por iniciativa de Emiliano Segura, un grupo de católicos fundaron la cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración con sede canónica en el convento de las monjas capuchinas, saliendo por primera vez el 24 de marzo de 1930, a las 3 de la mañana.

En el convento capuchino estuvo la cofradía hasta que en 2006, con la llegada de las dominicas de León, estas no quisieron albergar a la cofradía y los cofrades pidieron a las religiosas cistercienses del monasterio de Santo Domingo el Antiguo trasladar la imagen y la sede de la cofradía, algo que las religiosas aceptaron con sumo gusto. Esta noche, a la 3 de la madrugada, la espléndida escultura atribuida al italiano Algardi, y donada al convento capuchino por el cardenal Pascual de Aragon hacia 1666, saldrá en sencillas andas llevadas por sus cofrades. Entre las muchas personas que esperan su paso, el murmullo se hará susurro y este un silencio profundo, severo, sobrecogedor que reinará durante todo el recorrido, por eso se la llama la Procesión del Silencio. Su itinerario desde su actual sede canónica y será el siguiente: plaza de Santo Domingo el Antiguo, San Ildefonso, plaza de la Capuchinas, Aljibes, plaza de Santo Domingo el Real, donde desde 2002 los Caballeros Penitentes de Cristo Redentor le cantan el Miserere, cobertizo de Santo Domingo el Real, plaza de Carmelitas, Alfileritos, plaza de San Vicente, Alfonso X el Sabio, plaza Padre Juan de Mariana, San Roman, Esteban Illán, Tendillas, San Ildefonso y entrada al monasterio sede de la cofradía. Fue la única procesión que salió en 1937 saliendo del Palacio Arzobispal para llegar al convento de las capuchinas.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación