ENTREVISTA

«Esperamos decisiones muy importantes para nuestra supervivencia, pero no llegan»

No hay ni un segundo que perder a la hora de tomar medidas, eso sí, adecuadas, advierte Manuel Madruga, secretario genral de Fedeto, ante un otoño de gran incertidumbre económica para empresas y trabajadores

Manuel Madruga, secretario general de Fedeto H.FRAILE
Antonio González Jerez

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Seis meses después de aparecer la terrible pandemia del coronavirus, el sector empresarial no solo ha recorrido un duro camino que ha dejado atrás el cierre miles de empresas y por tanto de parados, sino que ve con extrema preocupación un otoño más que caliente. Como ya ocurriera meses atrás, ABC analiza con el secretario general de la Federación Empresarial Toledana (Fedeto), Manuel Madruga, lo pasado y lo que queda por venir.

¿Cómo perciben los empresarios la nueva normalidad?

No nos gusta el eufemismo «nueva normalidad». Lo que nos pasa es que nos encontramos ante una nueva anormalidad, una nueva crisis que está siendo devastadora para pymes y autónomos y cuya profundidad y duración es pronto para determinar. Percibimos esta realidad con una gran incertidumbre. Esperamos decisiones muy importantes para nuestra supervivencia, pero estas no llegan.

Y las medidas que se están adoptando ¿son las adecuadas?

Lo primero son las personas, y yo pienso que las medidas que se han adoptado tratan de protegerlas. Sin embargo, muchas no se entienden. Se dan «palos de ciego». Ningún país ha afrontado anteriormente una situación como esta. Sin embargo, después de la experiencia de estos meses podemos afirmar que algunas de las que se están adoptando, ahora, carecen de sentido común.

¿Por ejemplo?

El cierre de la hostelería a la una de la madrugada ¿qué sentido tiene? ¿es que se reactiva el virus a partir de esa hora? Y mire, parece que los centros escolares se van a abrir y sin embargo, se limita el horario a la hostelería. Tampoco se entiende que se cierren los parques. Si se cierran espacios públicos, lo único que se va a provocar es que la gente se reúna en otros lugares. Medidas como estas parece que sólo tienen por objeto tratar de señalar posibles culpables y, por otra parte, convierten al empresario en una especie de policía garante del comportamiento del resto de la ciudadanía. Y esto no puede ser.

¿Qué piden los empresarios al gobierno en estos momentos?

Cordura y, sobre todo, reflexión y diálogo para lograr flexibilidad laboral, incentivos fiscales, ayudas para el mantenimiento de las empresas, un sistema de financiación acorde a la situación que nos toca vivir y decisiones sanitarias claras.

Ruptura del diálogo

¿Funciona el diálogo social?

Creo que el Gobierno de España ha tenido la intención de marcar una hoja de ruta concreta y que las opiniones de los empresarios no han sido escuchadas. Durante el estado de alarma el diálogo social se rompió varias veces, el gobierno siguió adoptando sus decisiones de forma unilateral y eso ha determinado errores muy importantes.

¿Y en Castilla-La Mancha?

Dentro del ámbito de sus competencias ha existido diálogo social. Esto no significa que se haya hecho todo lo que los empresarios considerábamos necesario, pero se adoptaron acuerdos y creo que acertados. Pero debemos tener en cuenta que esta «liga» se juega a nivel nacional fundamentalmente. Si el Gobierno central no acierta con sus decisiones, por derivada las comunidades autónomas no podrán acertar con las suyas.

Desde el punto de vista laboral ¿qué es lo más urgente?

Prorrogar el sistema de ERTES establecido durante el estado de alarma al menos hasta finales de 2020. Si esto no se hace habrá más paro y muchas empresas se verán abocadas al concurso de acreedores o a la quiebra. Y, por supuesto, no tocar la reforma laboral. Hasta Europa lo ha señalado así.

¿Qué incentivos fiscales serían los adecuados?

Reducir el impuesto de sociedades y el IRPF., y temporalmente reducir el IVA. Con estas medidas se reactivaría la economía y se incentivaría el consumo. Desde luego, no es momento para improvisar nuevas figuras fiscales.

En el terreno de las ayudas ¿qué esperan?

Ayudas que sirvan para que pymes y autónomos puedan soportar la situación de paro casi total de su actividad. Pero todo esto hay que poder pagarlo, si no el déficit público se va a disparar todavía más. Sería irónico habernos permitido el lujo de gobernar con déficit todos estos años y que ahora, cuando puede estar justificado gobernar con cierto margen de déficit, este sea la excusa perfecta para subir impuestos y equilibrar las cuentas públicas. Unas cuentas públicas que no adelgazan nunca. Y, mire, nos encontramos ante un nuevo ajuste empresarial muy duro y las administraciones públicas no han reducido ni su volumen ni su gasto.

Colapso empresarial

Pero ¿no cree que se han adoptado medidas sociales que eran necesarias?

Sí, estoy de acuerdo, pero si no se ayuda a pymes y autónomos, si no se estimula la inversión, si no somos capaces de reindustrializar España ¿cómo se va a mantener el sistema de subsidios que se ha diseñado? Si seguimos así, sin adoptar las medidas que son verdaderamente esenciales, vamos derechos al colapso empresarial y a la quiebra del estado.

¿Cómo percibe la situación a la vuelta del verano?

Es muy pronto para poder hacer una valoración de lo que pueda pasar, pero la situación va a ser muy complicada. Octubre y noviembre van a ser meses en los que, si el gobierno no atiende nuestras peticiones de prorrogar los ERTEs hasta final de año, muchos trabajadores se van a ver definitivamente en el paro y muchas empresas tendrán que cerrar. Se cifra actualmente el cierre en 70.000 empresas, es fácil que superemos las 200.000 en esos meses si no se adoptan decisiones adecuadas ya.

¿Pero cómo se puede hacer lo que ustedes piden? No hay dinero

Mire, el 24 de agosto la Comisión Europea ha propuesto aportar 21.300 millones de euros a España con una doble finalidad: sostener los ERTEs para evitar el aumento del paro y ayudar a pymes y autónomos para que puedan superar la situación de cese de la actividad empresarial. Ya no hay excusas para mirar hacia otro lado. Hay que adoptar decisiones y hay que hacerlo ya. No podemos esperar más tiempo.

Otra de las medidas a la que se ha referido es la financiación y ha dicho que debe ser adecuada para estos tiempos ¿a qué se refiere?

El sistema de financiación empresarial diseñado por el gobierno durante el estado de alarma fue el mismo que se ideó para la crisis de 2008. Ese sistema no sirvió de nada entonces ni ha servido para mucho ahora. El sistema de avales ICO requiere de una carta inmaculada de solvencia que pymes y autónomos no tienen en momentos de crisis. Además, se trata de un sistema de financiación que tarda mucho en resolverse. Por otra parte, autónomos y pymes solicitaban microcréditos y estos no han llegado.

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