La sal que cura las heridas

El centro Saltium de Toledo ofrece terapias que ayudan a sobrellevar la fibrosis quística y otras dolencias respiratorias

Niños en las instalaciones de Saltium en Toledo ABC

GONZALO RYM

La fibrosis quística , conocida también por sus iniciales (FQ) , es una patología crónica, hereditaria y degenerativa que afecta principalmente a los pulmones y al sistema digestivo. La FQ es provocada por una alteración genética que afecta a las zonas del cuerpo que producen secreciones, dando lugar a un espesamiento y disminución del contenido en agua y potasio, lo cual crea una obstrucción en estos canales de transportes. Los pacientes de esta patología sufren de sinusitis, bronquiolitos o una continua y crónica tos . Se estima que en España uno de cada 5.000 nacidos la padece, al igual que uno de cada 35 habitantes portan la enfermedad.

A pesar de los avances en medicina, todavía es incurable. Pero existen tratamientos que ayudan a sobrellevar esta enfermedad, a convivir en paz con ella. La haloterepia es una de ellas. El centro terapéutico Saltium de Toledo , que cuenta también con centros en Madrid o Amsterdam (Holanda), ofrece esa terapia alternativa, «complementaria y eficaz», como afirma el responsable del establecimiento de la capital de Castilla-La Mancha, Faustino Gutiérrez. El elemento clave, la sal (cloruro sódico. NaCL).

«Ayuda en la mejora de patologías relacionadas con los sistemas respiratorios, inmunológicos y nervioso» , añade el responsable. Diversos estudios clínicos y entidades de reconocido prestigio, como la Universidad de Indianápolis (Estados Unidos) avalan la eficacia de esta técnica para las dolencias descritas. Los sistemas de salud británico y ruso lo avalan, además de que ese tratamiento está extendido por países como Alemania o Italia, donde se considera una terapia clínica.

El centro toledano, por cuyas instalaciones han pasado unos 700 pacientes de diversos puntos de España desde 2015 , ha recreado unas cuevas de sal con un microclima, que aporta unos beneficios semejantes a las antiguas minas de sal de Polonia, de donde es originaria esta terapias. Fue en este país el primer lugar del mundo donde se certificaron clínicamente los innumerables beneficios naturales que la sal aporta a nuestra salud, por sus capacidades antibacterianas, antisépticas y antiinflamatorias. El rango de pacientes del centro toledano suele oscilar desde niños de 12 años hasta personas que superan los 70. « La mayoría de nuestros pacientes son niños ; desde los 3 meses ya pueden someterse a nuestras terapias», explica Gutiérrez.

Una terapia 100% natural

El proceso consiste en respirar un ambiente saturado por microparticulas de sal roca, 100 % natural , de origen mineral. El ambiente artificial se crea combinando temperatura, humedad ambiental y concentración de partículas de sal muy pequeñas, capaces de llegar a los pulmones o de introducirse en la epidermis.

Los beneficios de esas terapias incluyen la purificación de las vías respiratorias, el refuerzo del sistema inmunológico o la mejora del aspecto de nuestra piel retrasando su envejecimiento. Peo no solo la gente que padecen FQ utilizan esta terapia. «En Europa, federaciones de atletismo y equipos, como el CSK de Moscú o el Bayern de Múnich , lo utilizan en sus sesiones diarias de entrenamiento», asegura Gutiérrez. Y todo gracias a un elemento tan simple a primera vista como la sal.

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