TOLEDO
Cinco nuevos caballeros del Santo Sepulcro
Serán investidos este sábado por el Capítulo en un acto que presidirá el arzobispo de Toledo, que será nombrado prioste de honor
Creado en abril de 1928, por el entonces cardenal Segura, está formado en la actualidad por unos 200 caballeros, de diversos lugares de España, aunque la gran mayoría son de la ciudad de Toledo
Este sábado, 2 de abril, el Capítulo de Caballeros del Santo Sepulcro de Toledo celebrará el acto de investidura de nuevos caballeros. Después de 2 años de suspensión de los distintos actos que figuran en el día a día del Capítulo, como consecuencia de la pandemia padecida, se retoma la vida capitular con uno de sus momentos claves. El acto de investidura será presidido por el arzobispo de Toledo y primado de España, Francisco Cerro Chaves , a quien se le impondrá la venera como prioste de honor del Capítulo. Concelebrarán con él, el obispo auxiliar de la Archidiócesis de Toledo, Francisco César García Magán y el consiliario del Capítulo, Juan Miguel Ferrer Grenesche.
Ingresarán en el Capítulo los siguientes caballeros: Óscar Felipe Hernanz Romera; Raúl del Pino Jareño; Diego Gabriel Sandoval Beau; David Andrés Pérez y Erwan Marie Philippe de la Villeon.
El acto tendrá lugar en la Ssede del Capítulo, Real Monasterio de Santa Isabel de los Reyes a las 19,30 horas.
El Capítulo, creado en abril de 1928, por el entonces cardenal Segura, está formado en la actualidad por unos 200 caballeros, de diversos lugares de España, aunque la gran mayoría son de la ciudad de Toledo. Como figura en los Estatutos, para ser recibido y continuar como miembro ordinario del Capítulo de Caballeros del Santo Sepulcro son condiciones indispensable cumplir los deberes religiosos obligatorios a todo cristiano y hallarse en posesión de títulos de carreras civiles o militares, o gozar de personalidad social y méritos reconocidos.
Desde su inicio, los arzobispos de Toledo han sido nombrados priostes de honor del mismo e igualmente desde que el cardenal Segura considerase al Capítulo como su Guardia de Honor, se ha venido conservando esta costumbre hasta la actualidad.