Castilla-La Mancha
Subir seguro al autobús para llegar al colegio
Esta semana han comenzado las cerca de 1.000 rutas escolares que se realizan a diario por Castilla-LaMancha. Los niños viajan a sus aulas respetando las medidas frente al Covid-19
El año 2020 difícilmente va a poder olvidarlo Ana Belén Sánchez , que dirige junto a su hermana la empresa Hilario Sánchez Ilán S.L., dedicada desde hace más de 46 años a las rutas escolares por numerosos pueblos y pedanías de la provincia de Ciudad Real. «Llevábamos seis meses parados, sin ingresos y esto ha sido muy fuerte. Algunas empresas del sector han desaparecido y muchos trabajadores se han quedado en el paro o continúan en ERTE», se lamenta Ana Belén, que trabaja junto a otras 180 empresas de Castilla-La Mancha en el transporte escolar , el traslado de pasajeros y el servicio discrecional.
La empresaria reconoce que con una flota de 14 autobuses y siete trabajadores y «sin apenas actividad», se ha visto abocada a adecuar su empresa a la nueva normalidad. Esta semana, el panorama se ha despejado con el inicio del curso escolar y porque han empezado a recoger a los alumnos —de 3 a los 17 años— desde sus domicilios, para llevarlos hasta los colegios e institutos de la provincia con total seguridad. Su centro de operaciones lo tiene en Porzuna (Ciudad Real), y desde allí recorre localidades como Horcajo de los Montes, Retuerta y pedanías de la zona.
Los autobuses de Ana Belén Sánchez están equipados con todos los elementos que exigen la autoridades sanitarias. Las mascarillas, los geles hidroalcohólicos, alfombras desinfectantes y un asiento fijo para cada alumno, que deberá ocupar durante todo el curso. Además, ha comprado termómetros para tomar la temperatura y garantizar que el traslado se realice de forma segura. Tras el servicio —dice— se procede a la desinfección integral del autobús para tenerlo todo a punto.
Futuro incierto
¿Y cómo ve el futuro? Ana Belén no duda en responder. «El futuro lo veo muy incierto. Con mucha incertidumbre y más en un sector como el nuestro , en el que casi todos somos familias. Nuestros trabajadores los conocemos y nos vemos todos los días. Esto ha sido un varapalo para todos pero tenemos que seguir hacia adelante. No nos queda otra», afirma la empresaria.
Además, sus quejas van dirigidas hacia los dirigentes políticos, a quienes exige que se les tenga en cuenta y escuchen sus reivindicaciones. «Hemos realizado inversiones muy fuertes. Un autobús cuesta entre 250.000 y 300.000 euros y nadie tiene ese dinero para pagarlo al momento. Tenemos que solicitar préstamos para poder comprarlos. Generamos muchos puestos de trabajo y si no se nos apoya vamos a desaparecer. Nos tienen que escuchar. Somos un servicio imprescindible para los ciudadanos», explica sin negar su preocupación.
Por su parte, el presidente de la Federación Regional de Transporte de Viajeros en Castilla-La Mancha y de la Asociación provincial de Toledo, Carmelo Casla , destaca el haber conseguido renovar el convenio con la Consejería de Educación, Cultura y Deporte tras más de seis meses sin actividad. Con este acuerdo, más de 180 empresas de la región han comenzado esta semana a realizar unas 1.000 rutas por toda la comunidad autónoma .
«Tras arduas conversiones, hemos acordado que las empresas que prestan este servicio cuenten con la liquidez suficiente para ofrecer un servicio que garantice la seguridad de los escolares y a sus padres», asegura Carmelo Casla.
Dar normalidad
El también presidente de la Asociación Provincial de Transporte de Viajeros de Toledo reconoce que al sector le queda un año muy duro y de intenso trabajo. «Nos queda mucho camino por recorrer pero lo importante es dar la normalidad a nuestra actividad. La comunidad educativa nos necesita y nosotros necesitamos salir de esta grave situación», recuerda.
El empresario insiste en que la prioridad son los alumnos y, en ese sentido, las empresas de autobuses han estado implementando todas los procedimientos desde el mes de marzo, cuando se quedaron sin actividad, debido a la suspensión de las clases presenciales. «Los niños deben estar tranquilos porque hemos acometido todos los protocolos y no vamos a bajar la guardia. Vamos a intensificar todas las medidas de limpieza», vaticina.
Carmelo Casla destaca en esta vuelta a la nueva normalidad educativa el comportamiento de los estudiantes y niños. «Ellos son más rigurosos en el cumplimiento de todas las medidas. Por eso estamos muy tranquilos. Saben que deben llevar su hidrogel en las mochilas, las mascarillas y son conscientes que van a ocupar el mismo asiento durante todo el curso. Así que nuestra labor va a ser solo de vigilancia», matiza.
En busca de alumnos
Y aprovecha esta circunstancia para recordar el comportamiento de la Princesa Leonor durante la ceremonia de homenaje a los fallecidos por Covid-19, celebrada en el Palacio Real de Madrid, cuando la niña le pidió a su padre, el Rey Felipe VI, que se pusiera la mascarilla. Valora como «muy positivo» que los empresarios hayan comenzado a recorrer las carreteras de la región, en busca de los alumnos. Es consciente que pueden haber contagios, porque el virus no ha desaparecido, pero apuesta, al igual que sus compañeros, por llevar una vida normal «utilizando todas las medidas de precaución que hemos aprendido en estos meses».
«Los más pequeños son la generación que está viviendo la vida con mascarilla y son conscientes que les va a tocar vivir con este virus durante muchos años. Están más concienciados de este problema que los mayores», reconoce Carmelo Casla.
Por su parte, el presidente de la Asociación Provincial de Transportes de Viajeros de Ciudad Real, Cándido Bravo Castaño , habla de la situación tan grave que vivieron las 50 empresas que prestan los servicios de transporte de viajeros, de los cuales más de la mitad se dedican al transporte escolar. Bravo denuncia que este «parón» ha provocado «la ruina» para muchos de sus compañeros. El presidente de la asociación de Ciudad Real insiste en que han tenido «momentos criticos», pero con el inicio del curso —esta misma semana— ven un poco de luz tras los meses de inactividad y augura que ellos esperan que la situación se normalice.
Sin apenas usuarios
Al igual que Ana Belén, se queja de la bajada «tan importante» que están teniendo en el transporte regular de viajeros, porque «durante estos meses apenas hemos tenido usuarios». Insiste en que lo más preocupante es que el servicio discrecional (que era utilizado para excursiones, bodas y viajes organizados) ha desaparecido. «Este servicio se ha quedado a cero en toda España. Antes el servicio escolar, que ocupa una parte de la jornada laboral, se complementaba con el discrecional. Todo eso ha desaparecido. No hay excursiones, bodas , ni nada. Esto ha sido la ruina y es preocupante», se lamenta.
Pero al igual que sus compañeros, el empresario dice que quedan un par de años muy malos para el sector. «Necesitamos el apoyo del Gobierno central, al que le hemos trasladado algunas de nuestras reivindicaciones y no nos hace caso. Aquí estamos esperando a que nos ofrezca alguna solución», concluye Candido Bravo, que regenta la empresa Bravo Bus S.L. que ofrece sus servicios a nivel nacional y que cuenta con cinco trabajadores.
