Castilla-La Mancha

Rastrear el Covid-19 por teléfono

Un equipo de 427 personas siguen la pista al virus. Son los encargados de evitar que haya un rebrote en la región y la sanidad se colapse de nuevo

Profesionales de la Gerencia de Ciudad Real, encargadas de rastrear a los pacientes con Covid E. Amores
Francisca Ramírez

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Como si de detectives se tratara, un equipo de profesionales, integrado por unas 427 personas —entre médicos y enfermeros— de Castilla-La Mancha son los encargados del rastrear los contactos estrechos que han mantenido los contagiados y hacer un seguimiento, vía telefónica, con el fin de reforzar la detección precoz del coronavirus . Ellos son la principal herramienta contra la pandemia y su trabajo ayuda a que el sistema sanitario no vuelva a colapsarse.

«Hay que ser un poco psicólogo, tener mucha paciencia, empatía e intenar tranquilizar en todo momento a estas personas. La información del Covid les asusta, aunque eso no implica, en la mayoría de los casos, que vayan a desarrollar la enfermedad», explica con rotundidad la enfermera Ester Amores Lizcano, de la Gerencia de Ciudad Real, que junto a 19 compañeros se encarga de hacer un seguimiento telefónico desde que Castilla-La Mancha entró en la fase 1 .

Ester Amores afirma que los enfermeros de vigilancia epidemiológica forman parte de la estrategia que ha puesto en marcha en los diferentes hospitales el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), para contralar y evitar que hayan contagios masivos que produzcan una situación como la vivida desde el pasado 12 de marzo, cuando se declaró el Estado de Alarma como consecuencia de la pandemia del Coronavirus, que ha provocado hasta la fecha hayan muertos unas 3.010 personas en la región.

«Esta figura es muy importante porque desde que comenzó la desescalada intentamos captar a los positivos, hacer un seguimiento riguroso y que no se nos escape. Nos podemos equivocar, pero gracias a la estadísticas que hacemos tenemos todos los nombres apuntados», afirma esta enfermera, que trabaja los siete días, en horario de mañana y tarde, diez personas en cada jornada.

«La gente no puede olvidar que el virus no se ha ido y la única forma de que desaparezca es que tengamos una vacuna o un tratamiento eficaz, lo mejor que podemos hacer es mantenerlo controlado para que no se propague masivamente entre personas. de transmitirlo a las personas. Quizá tendríamos que hacer como con la varicela. Las madres te ponían junto a tu hermanito para que tú lo cogieras», recuerda esta enfermera que nació en Campo de Criptana.

Aislado en su casa

La labor de Ester y sus compañeras comienzan en el momento en el que salta un posible caso positivo, cuando el médico de atención primaria solicita un Prueba del diagnóstico del Coronavirus (PCR). Esa información llega a una base, en tiempo real, y es a partir de ese momento cuando las enfermeras de vigilancia epidemiológico empiezan su trabajo de pesquisas con una llamada al contagiado. Le ayudan, a través de un cuestionario pautado, a echar la vista 48 horas antes de que empezara con los síntomas, desandando cada uno de sus pasos en busca de los contactos que ha tenido con otras personas.

Hasta que se tenga el resultado del PCR, esa persona debe ser tratada como si fuera «un positivo». «Eso quiere decir, que debe quedarse encerrado en su casa, hasta que tengamos el resultado de esa prueba», afirma esta sanitaria que trabaja en la Gerencia de Ciudad Real.

¿Y qué ocurre si es positivo? En ese caso, son los médicos de familia los encargados de informar al paciente de esta nueva situación. Además, hay que comunicarle que las personas que conviven con él, también deberían hacer un asislamiento, en la medida de lo posible, y solicitar la baja laboral.

Sin embargo, Ester reconoce que es muy complicado para los nuevos contagiados porque se tiene que hablar con las empresas, los médicos. «Nosotros les recomendamos a los que viven en la misma casa mucha limpieza, protección y que salgan a la calle tan solo para lo imprescindible», puntualiza.

Por su parte, a la persona contagiada se le recomienda que no salga de su casa los siguientes 14 días. Además, nos debe ofrecer los datos y teléfonos de todas aquellas personas que tuvieron un contacto directo con él, 48 horas antes del diagnóstico». A partir de ahí el equipo va tirando del hilo para evitar nuevos contagios.

Recuerda que este programa comenzó justo en la fase 1 y en estos momentos, a las puertas de que toda Castilla-La Mancha este en la fase 3, todo es muy complicado. «En áquel momento todo era más sencillo porque no se salía tanto y los afectados podían ser los que convivían con esa persona. Ahora te encuentras con situaciones como que te digan: Mira, ayer tuve una comida con cinco amigos. En ahí cuando se complica todo y nosotros tenemos que esforzarnos para que haya una comunicación fluida, hacer de psicólogos, ponernos en la piel de otros y escuchar mucho a ese paciente», dice.

Conseguidos los datos de las personas que estuvieron en contacto con el positivo, se les aconseja estar durante los 14 días en aislamientom y el equipo de rastreadores o enfermeras de vigilancia epidemiológica, les llaman el primer día, al quinto día , el noveno y el catorceavo para confirmar que no tiene ningún síntoma. Además, se les pide que se toman la temperatura durante ese período, en la mañana y la tarde y, «por supuesto insistirle en que no debe salir de su casa por ningún motivo», puntualiza.

Otra situación que puede ocurrir es que una persona que ha dado negativo, en algún otro momento, dé positivo. A ellos se les recomienda que en el momento en que noten cualquier síntoma, que llamen a su médico de familia. «Es que hay una sintomatología tan amplia que el virus se puede manifestar de diferentes formas. Algunos tienen una simple tos, un resfriado, un picor de nariz... Ahora estamos haciendo muchas pruebas».

Dar negativo

Lo que sí ha podido comprobar este equipo es que la gente tarda mucho en dar negativo. «Realmente, es que puede darse el caso que una PCR salga negativa, y sea un falso negativo y luego en otra prueba posterior salga positiva», explica para señalar que las PCR se tienen que hacer de forma muy correcta , porque si se realiza con mucha rapidez puede ocurrir esta situación.

Por ejemplo —dice— que con las personas mayores de las residencias, se pudo ver que sus PCR dieron positivo y otras veces, negativo. «La gente tarda mucho en negativizar. Hablamos de que hay pacientes que tienen el récord en PCR positivas y se le tienen que hacer hasta nueve para que el resultado sea negativo», señala la sanitaria que trabajó anteriormente en Atención Primaria.

Finalmente, el trabajo que realizan los rastreadores, sirve además, para que todos los días a las dos de la tarde se envíen a la Consejería de Sanidad que los remite al ministerio con toda la información recogida. Número de positivos, negativos y eso sirve para que se realice diariamente el cómputo global sobre la evolución del virus.

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