Carlos Muñoz Romero

Es la hora de los líderes

Es el momento de que cada palo aguante su vela y sea juzgado por sus hechos pasados, presentes y futuros

POR Carlos Muñoz

Ha llegado la hora de los líderes, la hora de saber el lugar que ocupa cada político en el panorama local, provincial, regional y nacional. Es el momento de que cada palo aguante su vela y sea juzgado por sus hechos pasados, presentes y futuros.

El verano nos dará un respiro en lo que a los contagios se refiere pero, sin lugar a dudas, ahí surgirá otro problema de magnitudes todavía incalculables. Ahora es el momento de dar solución a los trabajadores en ERTE que dos meses después aún no han cobrado, de las miles de personas que se han quedado en el paro porque el Covid se ha llevado por delante sus empleos, de los autónomos que soportan gastos sin beneficio alguno y de los empresarios que han tenido que reinventarse para salir adelante o, al menos, para intentarlo.

Ahora es el momento de que los verdaderos líderes den un paso adelante y demuestren si merecen o no el cargo para el que fueron elegidos. Si la confianza que se depositó en ellos fue o no un acierto. Ahora es cuando los jefes de la oposición tienen que demostrar si son verdaderos candidatos o simples populistas de otro color.

Todas las generaciones viven una guerra y el Covid es la nuestra pero, sin ánimo de ser catastrofista, es ahora cuando empieza lo realmente preocupante. Un país no se puede acostumbrar a vivir al límite. No se trata de dar limosna sino de generar una verdadera transformación digital de las empresas, un cambio de ciclo económico y, en definitiva, ayudar a generar riqueza a los autónomos y a los empresarios que son los que realmente mantienen la economía y el estado del bienestar.

Parece que en Castilla-La Mancha se está iniciando esa situación, parece que se están incentivando algunas medidas que fomentan el desarrollo empresarial de la región. Obviamente queda mucho camino por delante pero mucho más queda a nivel nacional donde se sigue fomentando el intervencionismo del Estado; aunque la historia ha demostrado que siempre que se ha apostado por este tipo de políticas el resultado ha sido catastrófico.

En 1992, James Carville, el estratega político que llevó a Bill Clinton a la Casa Blanca pidió que se centrara toda la estrategia en tres pilares. «Cambio contra más de lo mismo», «No olvidar el sistema de salud» y «la economía, estúpido, la economía».

Curiosamente esas afirmaciones vuelven a estar de actualidad. ¿Por qué no hicimos nada como país cuando veíamos la que se avecinaba? ¿Por qué a nivel nacional no dotamos de más «armas» a nuestro sistema de salud? Y por supuesto, por qué nadie se da cuenta de que ahora es el momento de «la economía, estúpido, la economía».

Ahora es cuando las medidas que se deberían adoptar a nivel nacional son las mismas que se están tomando en Castilla-León para fomentar la industria, en Andalucía el turismo o la lógica unidad nacional que se promulga desde el Gobierno de Castilla-La Mancha, criticando los acuerdos antinaturales de Pedro Sánchez.

En definitiva, es el momento de los líderes y ellos los llamados a liderar esta postguerra por la que serán juzgados a nivel social ya que, a todas luces, es evidente que la espalda del autónomo y del empresario no soporta más peso. Es el momento de los líderes y «de la economía, estúpido, de la economía».

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