Los bares y el pequeño comercio de Toledo comienzan a respirar
A pesar de la asfixia que ha provocado el Covid-19 en los establecimientos de hostelería, el pequeño comercio y los tiendas de ropa, Toledo ha decidido abrir este lunes las puertas para recibir a unos clientes, con ganas de comprar
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![Algunos de los clientes que acudieron al bar «Katanga», en el barrio de Santa Teresa](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2020/05/18/katanga-U30861160104WCC--1248x698@abc.jpg)
Pasadas las nueve de la mañana, Teresa y Pedro toman asiento en una de las mesas que el kiosko Catalino ha desplegado este lunes para atender a su numerosa clientela. «Esto es una maravilla. Lo estaba soñando desde ayer», exclama con una amplia sonrisa esta mujer que confiesa lleva más de 15 años dejándose caer por este local, seña de identidad de Toledo y donde se pueden comer los mejores churros. A su lado, Pedro pide un par de cafés y un plato de porras y churros. «Hay que darle alegría al cuerpo», sentencia.
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Este puede ser el comienzo de una nueva etapa en Toledo. Este lunes, 18 de mayo, la ciudad ha empezado a vivir otra fase de la nueva normalidad, una fecha que no van a olvidar ni los comerciantes, ni los pequeños comercios y, mucho menos, el sector de la hostelería que han abierto sus terrazas con apenas un 30 por ciento de su capacidad para atender a sus clientes. En este nuevo período, los mayores de 65 tendrán prioridad a la hora de ser atendidos, el público tendrá que mantener la distancia de dos metros y llevar la mascarilla puesta.
Mientras la ciudad se prepara para esta nueva normalidad, el encargado del kiosko Catalino, José Antonio se muestra muy satisfecho y feliz porque el 90 por ciento de su clientela ha vuelto . «No me puedo quejar. Han venido todos, políticos incluidos. Hemos tenido mucha gente pero han sabido esperar su turno. Algunos estaban de verdad emocionados. Este es el primer día pero tengo que dar las gracias a todos», afirma el camarero mientras da los últimos retoques de limpieza, preparando el bar para la siguiente jornada. Son las doce y media de la mañana y José Antonio se marcha a casa con muy buenas sensaciones.
En el Casco histórico de Toledo, la jornada ha empezado desde primeras horas con la apertura de numerosos comercios, incluidas las dos administraciones de lotería: «Doña Lola» y «La Caprichosa», y pocos bares quizá por la dificultad de ampliar el espacio de la terraza. A media mañana la terraza del bar «Alcázar», en la plaza de la Magdalena atendía dos mesas.
![La administración de lotería «Doña Lola»](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2020/05/18/lola-U30861160104guD--510x349@abc.jpg)
También han abierto, con todas las medidas sanitarias, la terraza de «Caracena», ubicada en la plaza de San Marcos, cuyo administrador se ha mostrado cauto y espera que le compense tener abierto el local con nueve meses. Por toda la terraza ha colocado geles y carteles que recomiendan mantener la medida de seguridad.
![La terraza de «El Trébol», en el Casco histórico](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2020/05/18/ventura-U30861160104guD--510x349@abc.jpg)
Por la zona céntrica de Toledo, «La Trébol» ha vuelto a abrir tras dos meses cerrado. En su terraza, sobre las 11:30 horas, numerosos clientes ocupaban cinco mesas. En la esquina, el dueño de la zapatería se quejaba de la poca afluencia de público.
Este lunes ha levantado la persiana «El rincón Davi», una pequeña tienda que vende ropa para los más pequeños. La dependienta ha reconocido que nada más abrir ha recibido a gente, mientras desplagaba sobre el mostrador un par de vestidos de niña. «La gente tiene ganas de comprar», ha afirmado.
![La dependienta de la tienda de ropa infantil »El rincón Davi»](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2020/05/18/davi-U30861160104guD--510x349@abc.jpg)
Unos metros más arriba, la vendedora de «Factory Agudo» ha recibido a una de sus clientas con un gel en la mano. «La gente viene muy concienciada de que debemos cuidarnos. Además, no me puedo quejar porque hasta ahora (10:30 de la mañana) he vendido algún par de zapatos.
Saliendo hacia la calle Comercio, en la esquina de las cuatro calles, la vendedora de Douglas se ha apresuradora a colocar un par de pintalabios y de maquillaje. con la apertura de 65 tendrán prioridad a la hora de ser atendidos , y el público tendrá que mantener la distancia de dos metros y llevar la mascarilla puesta.
Otros barrios
Saliendo del barrio viejo, el barrio de Santa Teresa , casi todas las tiendas han abierto , una situación que contrastaba con los pocos bares que han decidido colocar su marquesina. Uno de los más concurridos ha sido el «Katanga». Antonio, su propietario y que lleva más de 30 años en esta barriada, se mostraba sorprendido por la afluencia de público. «Esto ha sido un sin parar. No nos da tiempo de limpiar, cuando ya llegan nuevos clientes». De momento ha puesto 20 mesas y ha sacado a cuatro personas del ERTE, al que había tenido que recurrir.
Uno de los locales más antiguos de Santa Teresa es el de Confecciones Almacenes León, Ascensión Gómez , encargada de la tienda ha celebrado que mayoritariamente, «la gente que ha entrado en la tienda ha comprado » respetando las normas, como las distancias de seguridad o el uso de guantes y mascarillas, lo que demuestra que la ciudadanía está «concienciada».
Otros de los establecimientos que han decidido levantar la persiana han sido «Toledeport», «Deia Shoes», «Cafetería Antonio» y el «Trébedes». «Esto se va llenando poco a poco», ha afirmado el camarero de este local que no dudaba en resaltar que «volver a trabajar es algo que estaba esperando desde hace mucho tiempo». En esta misma zona han abierto las terrazas de «Sal gorda», «Pastucci», «La Ramona», y dentro de la plaza de Cuba «La barra» y «El Pasito», entre otros.
En la barriada de Santa Bárbara, algunos establecimientos de perfumería y cosmética, de muebles y una óptica mantenían las puertas abiertas a la espera de clientes. Pocos fueron los que se animaron a comprar , ha afirmado la dependienta de una tienda de telas. El supermercado «La Despensa», pasada la una de la tarde, tenía a muchos clientes a las puertas, esperando para poder acceder.
Muy cerca de la estación de tren, el restaurante «As de Espadas», que ha ofrecido durante el confinamiento comida a domicilio, este lunes se preparaba para su próxima reapertura.
Finalmente, por el barrio de Santa María de Benquerencia, los vecinos se disponían a disfrutar de las pocas terrazas que decidieron abrir. El comercio de la zona fue el que más se animó a abrir sus establecimientos. Todos, esperan que el coronavirus desaparezca para poder recuperar esta «nueva normalidad».