«El Banco de Sangre de Toledo tiene cubiertas las necesidades pero bajas las reservas»
Los donantes de sangre cumplen con su compromiso a pesar del coronavirus
«El Banco de Sangre de Toledo tiene las necesidades cubiertas . Eso sí, con los stocks un poco más bajos de lo que nos gustaría, sobre todo del A+, A- y 0-, pero también es cierto que se utiliza menos sangre porque las listas de espera quirúrgicas están paradas (por el coronavirus) salvo las emergencias que puedan surgir». Este es el panorama esperanzador que describe Begoña García, presidenta de la Hermandad de Donantes de Sangre de Toledo desde hace ocho años.
Todo ello no sería posible sin la fidelidad y colaboración altruísta de los más de 18.000 donantes activos -aquellos que han donado al menos una vez en los últimos tres años- que forman parte de esta «gran familia» y que están demostrando que, en estos tiempos de crisis sanitaria por el Covid-19, su responsabilidad está por encima de todo siendo «conscientes de las necesidades» y «consecuentes con la forma de trabajar».
La hermandad ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos, modificando su forma de realizar las colectas. «Antes citábamos a los donantes de los pueblos por carta (más del 80% de la sangre que entra en el Banco procede de las colectas rurales) y luego, el día de la extracción se les enviaba un mensaje para recordarles la cita. Ahora les mandamos directamente un mensaje con el día que será la extracción para que puedan pedir cita previa», explica García, quien añade que «con ello evitamos que la gente se aglomere en la sala de extracción. Un procedimiento que se lleva a cabo tanto para las colectas rurales como para las de sala del hospital.
La presidenta recuerda que la donación de sangre es un proceso seguro. «La donación se organiza de manera que no pueda perjudicar a nadie . Tenga en cuenta que nosotros queremos la sangre para salvar a personas enfermas, no vamos a perjudicar a los que están sanos», asegura. Para controlar todo el proceso, García explica que, en el momento de pedir la cita previa, el personal hace una serie de preguntas al donante y, además, se toma la temperatura antes de cada extracción.
Pide no bajar la guardia porque «hay muchos enfermos que por sus tratamientos, como son los oncológicos, necesitan sangre». «Todos somos responsables de que el Banco esté bien porque no sabemos en qué momento lo podemos necesitar cada uno y, en el hospital, no hay un grifo que lo abras y caiga sangre. Tiene que estar debidamente preparada para que cuando nos lo soliciten para el enfermo pueda contar con ello», afirma.
Y recuerda: «los enfermos no se van de vacaciones y todos los días se necesita sangre en el hospital. Gracias a la generosidad de los donantes se mantienen los quirófanos y los postoperatorios».
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