Antonio Zárate
Las Vegas de Toledo son también patrimonio de la Humanidad
«También están bajo la protección de la Unesco»
La reciente declaración de la huerta de Valencia por la FAO como patrimonio agrícola mundial reconoce el interés de la agricultura en ambientes urbanos, no sólo por sus valores económicos sino también medioambientales y paisajísticos, por lo tanto, patrimoniales y culturales. Este reconocimiento refuerza nuestra propuesta de conservar la agricultura en las Vegas de Toledo , uno de los usos del suelo que han configurado la singularidad paisajística de la Vega Baja y su prolongación por La Peraleda, y de la Huerta del Rey y su extensión hacia el este. Hoy ambas Vegas son espacios «centrales» y no «periurbanos», por su ubicación dentro de nuestra «ciudad archipiélago» y de su área metropolitana de 130.446 habitantes , precisamente lo que justifica para algunos su pretendido tratamiento como «vacío urbano» que hay que colmatar, como quiso hacerlo el POM de 2007 y ahora las Modificaciones 28 y 29 del PGMOU de 1986, mediante viviendas y equipamientos en la Vega Baja, como el Cuartel de la Guardia Civil, y un nuevo barrio de más de 12.000 habitantes en La Peraleda.
Los usos agrícolas de las Vegas posibilitaron el desarrollo histórico de Toledo y sus paisajes han contribuido a forjar sus imágenes mentales, igual que sucede en Valencia con su huerta y en Granada con su vega. ¿Se puede entender Toledo como Conjunto Histórico Artístico y Ciudad Patrimonio de la Humanidad sin sus Vegas? ¿Cómo imaginar Toledo sin las imágenes de los cuadros de Aureliano de Beruete, Joaquín Sorolla, Ignacio Zuloaga, Diego Rivera o Benjamín Palencia , en los que las Vegas cultivadas son motivos centrales o/y contrapunto de la silueta urbana de nuestra ciudad? ¿Y qué decir de las referencias de los viajeros y escritores a las Vegas? Recordemos al geógrafo musulmán Muhammad Al-Idrisi cuando dice en su Descripción de España, en 1154: «Los jardines que rodean a Toledo están regados por canales, sobre los cuales hay establecidas ruedas de rosario destinadas al riego de las huertas, que producen en cantidad prodigiosa fruto de una belleza y una bondad extraña».
En términos parecidos se expresaba Ismael El Imad-Ab-Din-Al-Ayubi en su Geografía en el siglo XIII: «Toledo está rodeada de arboleda por todas partes, y parece convertirse en flor de granado», en alusión a las tierras próximas al río. En el siglo XVI, Andrés Navagero, embajador de la república de Venecia en la Corte de Carlos V, escribía: «Antes de llegar a Toledo pasa el río por un llano que le llaman la Huerta del Rey y que se riega todo con norias, que son ruedas hidráulicas que sacan el agua del río, por lo cual está todo lleno de árboles y de muchos frutos, y está todo labrado y hecho huertos, de donde se surte la ciudad de hortalizas (…). A su vez Miguel de Cervantes en la «Ilustre Fregona», pone en boca de Avendaño, próximo a salir de Toledo, la siguiente frase «...pienso antes que desta ciudad me parta ver lo que dicen hay de famoso en ella, como es el Sagrario, el artificio de Juanelo, las Vistillas de San Agustín, la Huerta del Rey y la Vega». Y así podríamos seguir señalando citas y más citas identificando siempre las Vegas con Toledo.
Por otro lado, a las tierras cultivadas de La Peraleda, se añade en la Vega Baja la existencia de 4 BIC: El Circo Romano, el Cristo de la Vega, la Fábrica de Armas y el Yacimiento arqueológico Vega Baja . En esa misma zona, el 95% de las catas arqueológicas han revelado construcciones del pasado, sobre todo de época romana y visigoda, en este último caso, por la ubicación de la Basílica de Santa Leocadia, y la de San Pedro y San Pablo, en la que los reyes visigodos eran coronados, y dependencias de un complejo palatino con calles incluidas. Y todavía habría que añadir vestigios árabes y más recientes , identificados, entre otros, en la Vista de Toledo del Greco, en grabados y en un cuadro anónimo del XVII del Museo de la Casa del Greco. Además, existen vestigios del pasado en La Peraleda y la Vega Alta: la Estación del ferrocarril, el Palacio de Galiana, almunia de Al-Mamún, un ninfeo romano en Santa Bárbara y otros restos dispersos de época romana.
Por todas esas razones conocidas, de tipo monumental y arqueológico, de valor medioambiental y paisajístico, las Vegas se incluyen en los esquemas de protección patrimonial del Estado desde 1940 y, especialmente, en las Instrucciones de la Dirección General de Bellas Artes de 1968, quedando dentro de sus zonas de protección y conos visuales. En las Instrucciones se identifica la Vega Baja «como parque natural o zona de explotación agrícola que servirá de fondo y protección a la zona arqueológica del Circo romano». Hoy ese fondo está sustituido por los bloques de la ampliación de Santa Teresa , a escasos metros de distancia, lo que supone una vulneración de derecho. Además, el Plan Especial de 1997 del Centro Histórico conserva las zonas de protección de 1968, aportando más razones de la legalidad de obligado cumplimiento. Las Vegas están también bajo la protección de la UNESCO al quedar prohibida toda actuación que altere las condiciones conforme a las cuales se aprobó la declaración de Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, y al hallarse dentro de la Zona de Amortiguamiento del Centro Histórico.
Se evidencia, pues, que las vegas comportan valores medioambientales, culturales, monumentales, arqueológicos y paisajísticos no disociables del espacio intramuros, como los Cigarrales. Por eso, es preciso ampliar los límites del Centro Histórico a las Vegas, solo entonces se podría intervenir en ellas con un «Plan Especial de Protección» , según la Ley del Patrimonio Histórico Español de 1985 y la Ley de Patrimonio Cultural de CLM de 2013. Sólo así se podría ordenar la Vega Baja y poner fin a su situación de años como «barbecho urbano», a la espera de plusvalías mediante la construcción de viviendas. La administración, como garante de la conservación de un patrimonio que es de todos y que forma parte de la identidad colectiva, tiene la obligación de anteponer valores culturales, medioambientales y sociales a intereses económicos a corto plaz o, incluso, ella es la responsable políticamente de recabar fondos del Estado y de la Unión Europea para avanzar en la ordenación y puesta en valor de las Vegas como parte de una Ciudad Patrimonio de la Humanidad y uno de los símbolos de la historia de España.