Antonio Zárate

Unesco, embajador, Vega Baja y Toledo

«La campaña de propaganda municipal se dirige ahora a justificar avales de sus actuaciones y proyectos en la Vega Baja por parte del embajador de España ante la Unesco»

POR ANTONIO ZÁRATE

De nuevo, el Ayuntamiento sorprende a los toledanos con maniobras de dispersión y confusión en un intento por evitar el debate al que desde la plataforma siempre se le invita, como también se hace desde otras instancias, incluida la reunión convocada por ICOMO el 19 de diciembre de 2019 en la que hubo representación de la JCCM pero no del Ayuntamiento, y por supuesto de instituciones culturales, científicas y ciudadanas. Ahora, la campaña de propaganda municipal se dirige a justificar avales de sus actuaciones y proyectos en la Vega Baja por parte del embajador de España ante la Unesco, casualmente sobre las mismas actuaciones que han sido objeto de denuncia ante esa organización por la plataforma «Toledo, Sociedad, Patrimonio y Cultura». Para mayor coincidencia y sorpresa, l a visita oficial del embajador , amplificada por todos los medios de comunicación, se produce el mismo día en el que desde el «Comité del Patrimonio Mundial» se nos dice que las autoridades españolas no han respondido aún a su requerimiento de información a raíz de nuestra denuncia por lo que se nos anuncia que se volverá a reiterar esa petición.

Ante estos hechos, es fácil de entender la sorpresa provocada por las declaraciones en prensa de la alcaldesa manifestando entusiasmo por la visita del embajador de España ante la Unesco, su compañero en el Comité Ejecutivo Federal del PSOE , y por las palabras del propio embajador, señor Perelló, en Facebook : «Nada está en peligro ni la Unesco tiene ningún problema en Toledo» , lo que es absolutamente cierto, porque lo que sucede es lo contrario: «Es Toledo quien puede tener un problema en la Unesco», al menos en tanto que no se informe y no se dé cumplida satisfacción a los requerimientos del «Comité del Patrimonio Mundial», y lo que es más importante aún, mientras no se demuestre que la construcción de los bloques de la Ampliación de Santa Teresa, en la UA 34 del POM de 2007, el Cuartel en la Vega Baja, las 398 viviendas en el Circo Romano y en el Cristo de la Vega, así como las 3.500 viviendas previstas en la Peraleda no incumplen las obligaciones contraídas con la Unesco, la primera de ellas la de previa información, tras su declaración como «Ciudad Patrimonio de la Humanidad» en 1986 y «Ciudad de Valor Universal Excepcional» en 2103, todo ello en pleno «cono visual» de la Vega Baja para la protección de la silueta de la ciudad histórica, en Zona Arqueológica y en Zona de Protección de Paisaje desde las Instrucciones de la Dirección General de Bellas Artes de 1968.

Tampoco se entienden las palabras de la alcaldesa, recogidas en la Tribuna de Toledo del 3 de marzo de 2020, en las que señala que la reunión con el embajador «sirvió para dejar claro que estamos avalados por la Unesco» , creando así la duda de si ese aval es el de la Unesco, el de la «Comisión del Patrimonio Mundial», o simplemente el de su compañero de partido, y eso con todo respeto a las funciones y cometidos del embajador, señor Perelló, respecto a la organización. Por eso es importante informar de que en el «Comité del Patrimonio Mundial», que entre otras cosas decide la inclusión de los bienes culturales en la lista roja o la retirada de la calificación de bien patrimonio de la humanidad , se hallan representados 21 estados y que las decisiones se toman de manera colegiada tras evaluación de múltiple y variada información procedente de fuentes muy diversas, incluidos los organismos consultivos, y siempre sobre fundamentos de hecho y de derecho, y nunca de manera unipersonal, por lo que por el momento, la satisfacción de la alcaldesa debería limitarse a saber que cuenta con la opinión favorable del embajador, de su compañero de partido y de Comité, para defender las tesis del Ayuntamiento a lo largo del proceso de análisis y evaluación que ya está iniciado desde el momento de la presentación de la denuncia por la plataforma TSPyC y que lógicamente exige garantías formales y tiempo para una decisión final.

De todos modos, también es posible que la alcaldesa disponga de otros avales no conocidos de la Unesco, por lo que en virtud del principio de transparencia no estaría mal que los hiciera públicos. De no ser así, al día de hoy, después de la visita oficial del señor Perelló a nuestra ciudad y después de haber sido informado por los técnicos municipales y recorrer la Vega Baja y la Peraleda, lo único que sabemos es que este representante de la nación avala las actuaciones comprometidas y anunciadas por el Ayuntamiento en la zona. Por lo tanto, el embajador, que en sus intervenciones en redes sociales llega a tachar con ligereza de falsa la fotografía del lugar en el que se construirá el cuartel, colgada en el blog de la plataforma TSPyC, aprueba los bloques de la ampliación de Santa Teresa, las 398 viviendas comprometidas en la Vega Baja, la construcción del Cuartel y las 5.300 viviendas de la Peraleda, a pesar de que todo ello se haga sobre Zona de Protección de Paisaje, Zona Arqueológica y en pleno «cono visual», es decir, vulnerando valores patrimoniales amparados por la legislación española de patrimonio e internacionalmente por la Unesco , la Convención del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de 1972 y de 1992. Y no dudamos tampoco de que el Ayuntamiento habrá tenido en cuenta lo establecido en el documento de la Unesco: Orientations devant guider la mise en œuvre de la Convention du Patrimoine Mundial WHC.19/01 10 juillet 2019.

En cuanto al cuartel, la visita del embajador ante la Unesco ha servido también para dar a conocer la existencia de un proyecto técnico que hasta este momento ha estado oculto a la opinión públic a, salvo vagas imprecisiones sobre la ocupación de una superficie mayor en Vega Baja que la del actual cuartel en Palomarejos. Desconocemos, pues, volúmenes constructivos, coeficientes de edificabilidad, alturas en número de plantas, diseño, formas. etc. Tampoco sabemos si es un nuevo diseño o el anterior, el que desde hace años viene durmiendo en los cajones del Ayuntamiento. Probablemente, ahora sí se hará pública esta información, puesto que suponemos que se habrá enviado también a la Unesco para seguir cumpliendo con la obligación de información previa al estar previsto en un «cono visual» e impedir desde el lugar la vista protegida de la silueta de la ciudad histórica.

En resumen, después de las grandilocuentes declaraciones hechas recientemente desde el Ayuntamiento sobre la Vega Baja y conocer el apoyo personal del embajador a las tesis del Ayuntamiento y de su compañera de partido, seguimos pendiente de las respuestas a la denuncia formulada por expoliación de patrimonio ante el Ministerio de Cultura y la más reciente ante la Unesco, en ambos casos formuladas por responsabilidad ciudadana para garantizar la conservación de valores patrimoniales que son únicos y de todos, y siempre según lo dispuesto en la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985. El informe de Icomos, organismo consultivo de la Unesco, y de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en este caso a instancias del Ministerio de Cultura, se han manifestado en el mismo sentido, y también las instituciones culturales de la Ciudad. Mientras tanto, confiamos que el Ayuntamiento respete las obligaciones legales de conservar los recursos patrimoniales, paisajísticos y medioambientales que aún quedan en la Vega Baja y la Peraleda, y que sea capaz de impulsar propuestas de ordenación de la zona que venimos reclamando reiteradamente para poner en valor todos sus recursos, a la vez que permitan el uso para disfrute del conjunto de la ciudadanía de un espacio único, que convenientemente organizado desde criterios de sostenibilidad y responsabilidad medioambiental, por lo tanto de renaturalización y de recuperación de márgenes del río, podría ser referente para otras ciudades, y desde luego, servir como lugar de encuentro, de ocio y de refuerzo de sentimientos identitarios para los habitantes de nuestra ciudad, y de atracción para quienes acuden de visita desde cualquier lugar del mundo. En una palabra, no se trata sino de restituir al lugar los valores históricos que ya ha tenido y que muchos toledanos todavía han conocido.

Es de esperar también que ante esta situación de alarma ciudadana por daños al patrimonio de Toledo, que inciden sobre el modelo de ciudad que queremos para el futuro, los partidos políticos con representación municipal asuman su responsabilidad ante estos hechos , y tomen postura decidida ante las actuaciones y opciones del Ayuntamiento que no dudamos que conocen y de las que, al menos de manera parcial, pueden ser corresponsables. Por eso mismo, tampoco estaría de más que se informaran bien de las propuestas alternativas para la zona que desde diferentes ámbitos de la cultura y de la participación ciudadana venimos haciendo desde hace años.

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