Antonio Illán Illán - Crítica
Un guiño al rey sabio
El teatro de Rojas ha levantado el telón de la temporada con un guiño a Alfonso X el Sabio, rey del que en unas semanas conmemoraremos el octavo centenario de su nacimiento en Toledo
El teatro de Rojas ha levantado el telón de la temporada con un guiño a Alfonso X el Sabio, rey del que en unas semanas conmemoraremos el octavo centenario de su nacimiento en Toledo.
Rey sabio es un monólogo de Juan Gamba , autor e intérprete, en el que se dan unas pinceladas superficiales sobre la vida y obras del rey de las tres culturas, sin más pretensiones que las de un juglar del siglo XXI, que rememora una figura de un tiempo muy lejano, pasada por el tamiz de las anécdotas y los tópicos de la historia. Y como el eje sobre el que gira el monólogo, el rey Alfonso X, le debe haber parecido poco denso o poco entretenido al autor, pues ha redondeado el espectáculo con conocidos cuentos medievales, bien contados, pero que muy poco complementaban la propuesta que gira alrededor de la vida del monarca al que decían Sabio. Y entremedias ha insertado algunas morcillas sobre la monarquía actual absolutamente fuera de contexto, que descolocan al espectador. Como contraste dramatúrgico entre lo pretendidamente medieval del texto y el siglo en el que vivimos, se echa mano no de la preciosa música alfonsí, tan conocida y reconocida en las cantigas, sino de unas composiciones de Vaz Oliver que él mismo interpreta en directo, en las que utiliza looper, guitarra eléctrica, pedales de efectos e instrumentos virtuales. Es la forma con la que pretenden adaptar una figura contextualizada en el siglo XIII a unos supuestos gustos y estética del siglo XXI. Otro elemento contrastante, en un teatro que tiene una excelente sonoridad para entender a los actores de viva voz, es la exageración en la amplificación, a todas luces innecesaria, so pena de que esa elección decibélica se conciba también como un elemento dramatúrgico para acercar las historias que se cuentan a los oídos de los espectadores.
Lo que sí queda claro es la importante labor cultural desarrollada por Alfonso X , que supo rodearse de sabios hebreos, musulmanes cristianos peninsulares y europeos y sacar adelante la tarea de hacer llegar a Occidente el saber y la única ciencia digna de tal nombre en ese tiempo, la oriental. Así mismo, se evidencia su buen hacer en favor de la lengua castellana. De esas pinceladas narrativas también podemos espigar eso que siempre se ha dicho de Alfonso X , que personifica el conocido tópico de la falta de adecuación del intelectual con la realidad, en concreto con la política. Es decir, que este rey, tan dado a la cultura por un lado, por otro se empeñó en la «empresa imperial» de conseguir la corona del Sacro Imperio Romano Germánico -a la que se creía con derecho- y lo que consiguió fue arruinar al país y sembrar el descontento entre sus súbditos; incluso su propio hijo Sancho llegó a acaudillar una sublevación contra la autoridad real.
Está bien que un equipo artístico joven se atreva a crear una propuesta teatral en torno a la figura del rey sabio, pues «los sabios, aunque mueran, vivos son». Con un poco de historia, un tanto de leyenda, tres ficciones -entre ellas la muy conocida de Don Illán el mago de Toledo , que escribiera don Juan Manuel, a la sazón, sobrino del rey sabio, en El conde Lucanor - y un buen trabajo actoral logran un espectáculo entretenido.
Juan Gamba , que interpreta el monólogo, muestra su buen hacer sobre las tablas con excelente dominio de la expresión corporal y de la mímica e interactúa con Vaz Oliver, autor y ejecutante de una música minimalista que subraya momentos y acompaña al actor durante toda la representación.
Espectáculo concebido con buen gusto, donde la sencilla y funcional escenografía y una muy cuidada iluminación consiguen bellos momentos escénicos.
Rey sabio , en mi opinión, es una pieza menor, más apropiada para público escolar, dado su carácter divulgativo y ameno, que recrea algunos motivos medievales, así como una muy breve semblanza personal del rey Alfonso X. Esta es una obra ocasional que el Ayuntamiento de Toledo ha ofrecido como un guiño (en palabras de un concejal), una miniatura más del mosaico variopinto evanescente que compone la tan anunciada programación cultural que ha de conmemorar el VIII Centenario del rey Alfonso X el Sabio .
El público, que, por fin, sin restricciones Covid, casi llenaba el teatro, ha aplaudido muy generosamente el trabajo realizado.