Antonio Conde - OPINIÓN
Los toros Nigeriano y Feminista
«Como aficionado a los toros, lo último que deseo es que se ideologicen. Lo vienen queriendo hacer por ambos extremos y eso no le viene bien a la tauromaquia»
Como aficionado a los toros, lo último que deseo es que se ideologicen. Lo vienen queriendo hacer por ambos extremos y eso no le viene bien a la tauromaquia . En esa intención de que no se politicen, ante la polémica surgida por los nombres de dos toros bravos recientemente lidiados, no voy a ahondar demasiado sino que, de forma absolutamente expositiva, me limitaré a exponer un pequeñísimo escandallo de nombres de toros de los últimos años, la mayoría de ellos indultados, por cierto:
Manchego, Lebrijano, Cubanosito, Escopetero, Gitanito, Costurero, Hortelano, Hungarito, Inspector, Gomero, Ingrato, Glorioso, Frailero, Almansito, Holandés, Negrote, Licenciado, Empleado, Funcionario, Heredero, Sucesor, Turco, Boliviano, Bordador, Abogado, Entomólogo (no es broma), Joyero, ¡¡¡¡Español!!!, Duque, Palanganero, Envilecido, Muralista...
Visto ese listado, que cada uno juzgue si la filosofía , el criterio tradicional a la hora de poner nombres a los toros bravos ha estado siempre más cerca del humor o de la ofensa; de la anécdota o del mensaje subliminal; de la intención política o de la necesidad de encontrar un nombre que empiece con una letra que corresponda a su reata o familia; de la necesidad de buscar nombres diferenciadores o de la búsqueda de la provocación.
Antonio Conde Bajén
Nota: soy licenciado en Derecho (por tanto, licenciado y abogado), funcionario, cazador (escopetero), manchego y español. Mi último cachorro se llama Forrest (de Forrest Gump), porque nació con las patas torcidas, pero sabía que se recuperarían.