Ana Ángel Esteban - Opinión
Qué hacer cuando el pene no funciona y el viagra tampoco
La psicóloga y sexóloga Ana María Ángel Esteban, colaboradora de ABC, explica que a no ser que haya una razón orgánica diagnosticada por el urólogo, todo lo demás es de origen psicológico «por mucho que cueste creerlo»
![Ana Ángel Esteban: Qué hacer cuando el pene no funciona y el viagra tampoco](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2020/12/06/ana-ultima-kTEF--1200x630@abc.jpg)
Me digo a mi misma: «Ana, deberías escribir ahora más de psicología que de sexología…» pero es que en la sexología y en los problemas sexuales, en un porcentaje muy muy alto, a cualquier edad, está de fondo una razón psicológica casi siempre llamada miedo que se traduce en una disfunción sexual en hombres y mujeres y por ende en un problema psicológico que afectará a la persona y a la pareja, si se tiene. Se pueden producir auténticas depresiones por un «no desempeño» sexual idealizado, fobias, sentimientos de culpa y lo que en sí debería ser una posible y magnífica solución para todos los malestares psicológicos, el sexo, llega a convertirse en uno más y de los peores, sobre todo en los hombres.
A no ser que haya una razón orgánica diagnosticada por el urólogo y por la ginecóloga, o cualquier tratamiento farmacológico que justifique una dificultad sexual, todo lo demás es de origen psicológico por mucho que cueste creerlo. «Y cómo es posible que yo que soy “superman” ahora me pase ésto y ¡la solución sea contarlo a una psicóloga! (sexóloga)». Pues sí, es la solución aunque el sexo aparentemente no tenga nada que ver con la cabeza ni con «estar loco» como piensan algunos cuando se les habla del psicólogo... Cuando hay confianza con la persona con la que estás, si tienes una pareja estable con buena relación, todo es más fácil. Pero cuando surge alguien, en tiempos de pandemia con todas las prohibiciones y miedos, justificados, por otra parte, aparecen también con más frecuencia problemas sexuales por miedo a la novedad desconocida, al virus, al contagio, a ser pillado si es una infidelidad.
Ahora se sigue necesitando abrazar y besar a pesar del virus, y se piensa en la Navidad, y nos sensibilizamos más, y echamos más de menos los achuchones que anticipamos que no vamos a tener de la familia y amigos y la expresión y la necesidad de sexo permanece, pero con esa persona que has conocido y que te moviliza todo, es menos reprimible.. y ¿qué haces?, ¿te la juegas? por el virus, lo primero, por ¿cómo voy a quedar? (sobre todo es un pensamiento típico de los hombres). Aquí tienes dos opciones: los test de antígenos y «viagra» y, en último extremo, un ansiolítico. Los primeros pueden «tranquilizarte» en la detección del virus porque tienen aproximadamente un 96% de fiablilidad, pero ¿el viagra? ¿Te garantiza algo?
Esta pastilla está «diosificada»; muchos piensan que por tomarla, sólo por tragársela, ya están protegidos para no «fallar», y no, no es así. Esta pastilla y las de este tipo usadas en la disfunción solo funcionan cuando hay una causa orgánica subyacente al problema erectivo y no funcionan si el problema sexual es de causa psicológica, nunca. La cabeza puede con esta pastilla, la anula.
No produce excitación, solo una vasodilatación que hace fluir mejor la sangre al pene para hacer más efectiva y firme la erección, insisto, si la causa del problema es fisiológico. Tampoco funciona por sí sola por tomársela, como creen otros muchos, que piensan que tendrán una erección casi instantánea, y no. En las mujeres por supuesto no tienen ningún efecto.
Para que estas pastillas produzcan la erección, tiene que haber estimulación del penesiempre. Cuántos me cuentan, «me la tomé y nada, no noté nada». (qué desperdicio de pastilla, pienso yo). Muchos jóvenes ahora llevan encima al salir de fiesta estas pastillas, ya las venden y se las pasan entre ellos. Creen que van a tener un mejor funcionamiento sexual gracias a ellas, y no, el efecto en estos casos es solo placebo; por pensar que te la has tomado y que vas a funcionar, te despreocupas y «funcionas» hasta que llega un buen día en el que empiezas a preocuparte por la razón que sea y ahí, zasca, la pastilla ya no funciona.
Podrías probar con algún ansiolítico o con un poquito de alcohol que tiene el mismo efecto, el de relajarte, pero es una pena tener que tomarse algo que quizás te haga perder el apetito sexual Y volvemos a lo mismo. La solución, el psicólogo, porque estos problemas sexuales en muy poquitas sesiones se resuelven.
Psicóloga clínica y sexóloga
615224680