El ganado del conde de Mayalde triunfa en Valdepeñas, con «Chorlito« indultado

Tres orejas para Gómez del Pilar, dos para Joaquín Galdós y una para Eugenio de Mora

Un derechazo de Joaquín Galdós a «Chorlito», el toro indultado Mario Gómez

Mario Gómez Gutiérrez

Cruzó Chorlito La Mancha como si fuera un Quijote el día anterior al festejo sin saber que Valdepeñas sería donde explayase su bravura. Abrochó una gran tarde donde más allá del oficio de Eugenio y el momento de Gómez del Pilar, Mayalde fue el nombre propio . Este dechado de virtudes que fue Chorlito. Mostró lo que es esta ganadería, quién encarna los valores de la tauromaquia, entrega, trabajo, sacrificio, superación y, sobre todo, amor al toro.

«Chorlito» fue un torrente de clase y estuvo a punto de irse sin mostrarlo . Le costó a Galdós en el que cerraba plaza ver lo que tenía delante, pedía distancia para sacar lo que llevaba dentro. Se vio en la brega de Gómez Escorial y tardó en verlo Galdós, que cuando lo vio firmó lo más vistoso de su trasteo. Gran toro, que se quedó a medio ver, y que quería siempre la muleta puesta y muerta por delante para que le corrieran la mano. Con el indulto llegó el éxtasis del triunfo de la tauromaquia.

La nobleza y el recorrido del tercero lo ahogó Galdós en una faena encimista desde demasiado pronto. A pesar de ello, logró muletazos cadenciosos a un animal anclado al piso y al que había recibido con gusto de capote.

Se paladeó la exquisitez en el segundo de la tarde. En las enclasadas embestidas de «Jibelino» y en los inspirados muletazos de Gómez del Pilar. Abandonado por momentos, el espada logró una faena vibrante que hizo las delicias de los asistentes . Abrochada con una gran estocada, puso las dos orejas en manos de Noé y una merecida vuelta al ruedo póstuma a modo de reconocimiento para el burel.

Incierto fue el 5° de salida hasta que Rafael González le enseñó a embestir en la brega en banderillas. Luego el diestro supo encauzar las embestidas para extraer al toro, que había roto hacia adelante, el gran fondo que tenía. Una gran estocada de lento efecto impidió un doble trofeo a Gómez del Pilar y dejó todo en una oreja.

La recia muleta de Eugenio de Mora marinó como el mejor vino a las enclasadas embestidas del primer Mayalde de la tarde. Comenzó con la poderosa derecha para continuar una faena a más con la suave izquierda. Se malogró con la espada.

No tuvo demasiado calado en los tendidos la faena al imponente 4°. Un animal de amplia sien que se movía con nobleza pero sin transmisión y al que Eugenio despachó de una certera estocada que le valió una oreja.

FICHA DE LA CORRIDA :

VALDEPEÑAS, Viernes 4 de agosto. Toros del conde de Mayalde, de gran juego, varios ovacionados se salida y en arrastre, destacando «Jibelino» marcado con el n°23 y lidiado en segundo lugar, premiado con la vuelta al ruedo y «Chorlito«, marcado con el 8 y que fue indultado

Eugenio de Mora (grana y oro): silencio y oreja

Gómez del Pilar (azul rey y oro): 2 orejas y oreja

Joaquín Galdós (caña y oro): silencio y dos orejas simbólicas

Se desmonteró Rafael González tras banderillear al segundo y JC Ruiz al 4°

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