Ramón González: tres años sin rock por culpa de Bataclan
Superviviente del atentado de París, ha escrito «Paz, amor y death metal», una novela basada en esta horrible experiencia
Ramón González (Daimiel, 1984) lleva fuera de España desde 2009. Estuvo trabajando en Madrid en 2008 y 2009, pero cuando empezó la crisis, vio que el panorama laboral estaba cada vez peor y tenía ganas de irse al extranjero. De hecho, estuvo en Londres en 2009 y 2010. Sobre aquella época, Ramón, de 34 años, relata a ABC: «Fue bastante frenético y aprovechaba mi tiempo para escribir, sobre todo mucha poesía, pero buscaba algo más estable. Y puse mis miras en París, ya que siempre había idolatrado a los filósofos y escritores franceses de la posguerra». Hasta aquí la misma historia que la de miles españoles que dejaron su casa para buscarse la vida en un destino mejor.
Así, llegó a París en 2011 sin saber nada de francés, aunque lo aprendió en cuatro o cinco meses, tras lo cual comenzó a trabajar de consultor informático, empleo que tuvo hasta el fatídico día del atentado del 13 de noviembre de 2015 en Bataclan , la famosa sala de espéctaculos. Ramón González, junto con su novia y dos amigos, estaba allí, disfrutando de la actuación de la banda estadounidense «Eagles of Death Metal», cuando un grupo de terroristas islamistas interrumpieron la música con el ruido de sus ametralladoras, con las que asesinaron a 89 personas de los 1.500 espectadores que presenciaban el concierto. Este martes se cumplen tres años del atentado.
Por fortuna, Ramón está aquí para contarlo y lo hace en forma de novela, «Paz, amor y death metal» (Editorial Tusquets) , recién publicada y presentada el pasado sábado en Daimiel. Sus padres, que viven allí, no se enteraron de lo que le pasó hasta un día después del atentado, ya que su madre estaba mal del corazón y el joven prefirió no tentar a la suerte.
El ahora profesor de español en un instituto de Secundaria en París quiso presentar hace poco en su pueblo, en el Espacio Fisac de Daimiel, arropado por familia, amigos y vecinos, lo que ha sido un libro de redención y de superación de la crisis psicológica que supone sobrevivir a un atentado terrorista. Y aunque muchos de sus paisanos le consideran como un héroe, él tiene claro que no lo es, y así lo relata en boca del protagonista de su novela, cuando reconoce que tuvo una «reacción más bien cobarde al huir y ponerse a salvo de los terroristas lo más rápidamente posible; al contrario de cómo actuó otra gente, que acudió a socorrer a sus seres queridos».
Tras el atentado, Ramón pasó por un proceso largo de asunción de lo sucedido, algo en lo que la literatura y la escritura han sido el mejor de los tratamientos. «En ese trabajo de escribir —subraya— es cuando pongo mucha distancia con lo ocurrido, y lo que empezó siendo un relato de los hechos, y de los sentimientos que afloraban en mí, se convirtió en una historia novelada con diálogos entre los personajes que sufrieron el atentado».
El título de la novela es bastante significativo porque, tal y como explica el autor, «es un contrapunto entre la paz y el amor, que es lo que buscábamos con el concierto al que acudimos, y death metal —en español, metal de muerte—, que es casi lo que nos encontramos aquella noche del 13 de noviembre de 2015». Una fecha cuyo tercer aniversario está muy próximo.
Como en los dos años anteriores, París y Francia entera recordarán a los fallecidos en los atentados terroristas con actos de homenaje, pero Ramón no asistirá, como ha hecho hasta ahora. «No he tenido las ganas o las fuerzas de ir, y tampoco me han interesado nunca estos actos institucionales, aunque siempre destaco ante todo la fraternidad que viví en aquellos momentos. A mí, personalmente, me gustaría que fuera un día normal y acudiré a clase para enseñar español a mis alumnos de 3º de la ESO», dice.
El día 28 podría volver
A lo que tampoco se ha atrevido desde aquel día es a asistir a ningún otro concierto, mucho menos a Bataclan. Ni siquiera a escuchar música rock o a tocar la guitarra, aunque es un apasionado. «La música no tiene la culpa, pero espero poder dejar atrás pronto la relación mental que existe entre ella y lo que viví aquella noche», manifiesta.
Ese pronto podría ser el próximo 28 de noviembre cuando Seasick Steve, «bluesman» californiano que empezó su carrera con Janis Joplin (al que Ramón ya vio en la capital francesa en 2013), actuará en Bataclan. «Lo voy a decidir en el último momento, un poco por sensaciones», dice este escritor. En cualquier caso, y regrese o no finalmente al Bataclan: larga vida al rock and roll y a Ramón.
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