El mal tiempo y la «incertidumbre» frenan la apertura de los bares en Cuenca
Desde CEOE Cepyme explican que en estos primeros días de fase 1 es difícil que levanten la persiana, aunque confían en que poco a poco se vayan sumando
La provincia de Cuenca está desde este lunes en la fase 1 de la desescalada y, aunque está permitida la apertura de las terrazas de los bares, la mayoría no han abierto las terrazas ante las malas condiciones meteorológicas y la «incertidumbre» generada por las condiciones de esta fase 1. Diego López, de CEOE Cepyme, explica que en estos primeros días es difícil que los establecimientos levanten la persiana, aunque confía en que luego se vayan sumando.
Por ejemplo, en Cuenca capital la media de mesas en terraza es de ocho o nueve, por lo que al hostelero no le resulta rentable poner en marcha cámaras y comprar género, entre otros gastos, para servir cuatro o cinco mesas, añade el representante de la patronal. En este sentido se está negociando con el Ayuntamiento para ampliar al máximo el número de mesas por terraza y así mejorar la rentabilidad de los establecimientos.
Entre los que sí han abierto está la panadería-cafetería «Carralero», ubicada en la popular y peatonal plaza de la Hispanidad. A pesar de la jornada fría, con una temperatura que ronda los 11 grados, y plomiza, en su terraza al 50 por ciento, con ocho mesas, desayunaban nueve personas poco antes de las 10.00 horas de este lunes, según ha podido comprobar Efe. Todos sus empleados, atendían las mesas protegidos con mascarillas, al igual que buena parte de los clientes, una imagen que también ha recogido la cadena británica BBC.
Muy cerca, la histórica Cafetería Ruiz, en la céntrica calle Carretería, mantiene su pastelería y ofrece «café para llevar», pero el establecimiento sigue cerrado. «No ponemos la terraza esta semana por el mal tiempo y porque no compensa colocar siete mesas", ha señalado Catalina, una de sus responsables.
También ha decidido no abrir el popular Mesón Jose, en la concurrida calle San Francisco. Su propietario, José Sáiz, explica que han perdido la «temporada de Fallas o Semana Santa», pero no les merece la pena volver de momento. La capacidad de su terraza al 50 por ciento se reduce a «seis mesas máximo», por lo esperarán «a ver qué pasa» y, mientras tanto, desinfectan «al máximo» sus instalaciones.
En los pueblos es distinto
En los pueblos la situación es distinta para los bares, con mayor facilidad para ampliar terrazas y mantener la distancia. El alcalde de Tragacete, Diego Yuste, explica que ha abierto un establecimiento al que se le ha acotado una zona de la plaza para poder instalar más mesas de las que pone habitualmente, siempre manteniendo la distancia de seguridad establecida.
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