Pillan casi una tonelada de marihuana en cinco pueblos de Cuenca y detienen a 13 personas
Dos grupos de delincuentes, con una estructura jerarquizada, utilizaban sus viviendas y propiedades deshabitadas para el cultivo de la droga
La Guardia Civil ha intervenido en cinco pueblos de la provincia de Cuenca cerca de una tonelada de marihuana a dos organizaciones criminales que cultivaban esta droga en el interior de sus viviendas y en propiedades deshabitadas. En el marco de la 'operación Multilocus' han sido detenidas 13 personas y se investiga a otras tres, cuyas edades oscilan entre los 20 y los 67 años.
Los arrestados desarrollaban su labor delictiva en Casas de los Pinos, Vara del Rey, El Provencio, Casas de Fernando Alonso y Casas de los Pinos . En estos municipios la droga se cultivaba en el interior de viviendas o en lugares deshabitados. En total, los agentes han intervenido 850 kilógramos de 'cannabis sativa', de la que obtenían cogollos, inflorescencias, marihuana seca y envasada. También se han localizado 32 paquetes de semillas con modificación genética para optimizar cultivos (plantas feminizadas).
La operación se inició en julio de 2020, cuando los agentes pudieron comprobar la existencia en la provincia de Cuenca de dos grupos dedicados al cultivo de cannabis sativa, que, tras su cosecha y secado, era puesta a la venta. Ambos grupos estaban perfectamente estructurados y jerarquizados y usaban sus propias viviendas, así como propiedades deshabitadas para el sembrado de cannabis.
Además, en algunas ocasiones utilizaban a terceras personas para que, a cambio de una cantidad de dinero, sembraran en sus propiedades la droga, para lo cual les facilitaban las semillas, así como fertilizantes y materiales para favorecer el crecimiento de las plantas. Una vez cosechadas, llevaban el producto a los lugares de secado. Mientras, a los cultivadores les hacían creer que, como eran pocas las plantas cultivadas, la Guardia Civil nunca iba a entrar en sus propiedades para incautar la droga.
Ya recolectadas las sustancias estupefacientes, las transportaban a una 'guardería', donde se almacenaban y secaban los cogollos. Una vez listos, se envasaban al vacío para su posterior venta. Todo este entramado permitía diversificar las zonas de cultivo y dificultar la detección de las plantaciones por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Noticias relacionadas