Antonio Piedra - No somos nadie

Pasen y vean

«Los políticos de uno y otro signo -constitucionalistas y golpistas-, con sentencias o sin ellas, con razones o sin ellas, conmigo o sinmigo, están entregados al juego de la correhuela»

Menos mal que el viernes un poco, y ayer un poquito, nos llegó a Castilla y León la lluvia en lotería escasa. De lo contrario hoy domingo seguiríamos con la depresión que Galdós puso de moda en su novela Chamartín con el juego de la correhuela, que consiste en estirar una cuerda formando un círculo para ver qué incautos caen dentro o fuera. De aquí provienen los sopapos que propinaba el novelista a los políticos tarambanas de su tiempo cuando les decía sin piedad: «cátate dentro y cátate fuera» , so listo. Curiosamente, este es el juego preferido que, en tiempos de la posverdad, usa el señor Méndez de Vigo -Ministro de Educación y Cultura del «estao», Conseller de cultura de la Generalidad de Cataluña, y diputado cunero por Palencia- todos los viernes tras el Consejo de Ministros.

Pasen y vean. El viernes 17, el conseller de mi alumna Soraya Sáinz de Santamaría -que en estos momentos preside sin piedad del 155 la Generalidad de Cataluña- dijo sobre la devolución del tesoro de Sijena , con la contundencia de Manolo el del bombo, que no nos preocupáramos: que acababa de recibir el auto del juez el día anterior, pero que se entregaría en cuerpo y alma al asunto «con diligencia y detenimiento». Bueno, pues siete días después -o sea, el pasado viernes 24- dijo que no, que no podía hacerlo ni con diligencia y mucho menos con detenimiento porque, sencillamente, aún no lo había recibido.

O miente el molt honorable Conseller como un bellaco, o la diligencia de su excelencia el Ministro se ha declarado en huelga porque en las bases se excluye a los vagos, o el detenimiento de su señoría el diputado cunero por Palencia es el del pasmo que no sabe si la correhuela cae dentro o fuera de sus incompetencias. No seamos tan exigentes. Quizás exista otra posibilidad: que las distancias entre Soraya, el ministro de Justicia y el de educación sean tan insalvables que se necesite toda una eternidad para que Caín se case con Abel. En este caso comprendo perfectamente al señor diputado cunero por Palencia. Y ello por la misma razón que me hermana con Groucho Marx cuando jugaba a la correhuela: si no quieres tener hijos, «haz el amor con tu cuñada. Así tendrás únicamente sobrinos». Con este cachondeo plenipotenciario, ya se pueden dar por enterados mis buenos amigos de la heroica asociación cívica Salvar el Archivo de Salamanca. Los políticos de uno y otro signo -constitucionalistas y golpistas-, con sentencias o sin ellas, con razones o sin ellas, conmigo o sinmigo, están entregados al juego de la correhuela. Sólo les interesan las elecciones para caer dentro del círculo. Ay, de los que estén fuera. Si para los golpistas Sijena es una rodaja de berenjena, los papeles del Archivo de Salamanca no son más que rollitos de invierno a la cubana. Tan natural, como que está escrito en los libros de textos de la posverdad.

Pasen y vean

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