‘El paisaje Dulce y Salado de Sigüenza y Atienza’ es presentado al Grupo de Patrimonio Mundial del Ministerio

La Junta de Castilla-La Mancha anda empeñada en que ‘El paisaje Dulce y Salado de Sigüenza y Atienza’ sea reconocido por la Unesco. Y en esas está, moviendo hilos, cumpliendo los trámites pertinentes. Este martes ha tocado presentar la candidatura al Grupo de Trabajo I de Patrimonio Mundial, que forman el Ministerio de Cultura y Deporte y las comunidades autónomas.

Este Grupo I «es el encargado de valorar desde un punto de vista técnico la inclusión de futuros bienes en las diferentes categorías de la Unesco, a través de una serie de criterios objetivos y un plan de trabajo que refleje los pasos a seguir», explica la viceconsejera de Cultura y Deportes de la Junta, Ana Muñoz.

Ahora la candidatura será analizada y, si es estimada, será propuesta al Consejo de Patrimonio Histórico Español, que es el órgano que cada año decide las inclusiones a la Lista Indicativa Española de Patrimonio Mundial . La reunión será dentro de un mes.

«Sabemos que son numerosas las candidaturas que se presentan para esta lista indicativa, pero pensamos que nuestra propuesta es muy redonda y está muy bien trabajada. Desde la humildad vamos a buscar todos los apoyos posibles», afirma Muñoz.

Castilla-La Mancha tiene reconocidas seis declaraciones por parte de la Unesco : Toledo y Cuenca son ciudades patrimonio, y además también están protegidas las minas de Almadén, el arte rupestre del Arco Mediterráneo, las tamboradas y la cerámica de Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo.

La candidatura de ‘El paisaje Dulce y Salado de Sigüenza y Atienza’ se define por el valor universal de este territorio, por albergar un conjunto de elementos de gran valor cultural y natural en el que un medio natural excepcional ha condicionado la existencia de un poblamiento, desde el siglo XII cuando se produce la conquista cristiana del territorio, también excepcional, basado en el control y explotación de las salinas que existen entre Atienza y Sigüenza.

Por último, Muñoz destaca que, aparte de la defensa y reconocimiento del patrimonio cultural, es importante «el apoyo al mundo rural de la comunidad autónoma para que cuente con las mismas oportunidades, cuyo máximo exponente es la Ley contra el Despoblamiento de Castilla-La Mancha».