CASTILLA-LA MANCHA

Hay otros tres funcionarios contagiados por coronavirus en la prisión de Cuenca

La asociación de trabajadores de prisiones «Tu abandono me puede matar» está pendiente de test para los internos, aunque hasta el momento no ha habido ningún caso

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Centro penitenciario de Cuenca, donde trabajaba el funcionario fallecido por coronavirus este jueves
Mariano Cebrián

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Tras conocerse la muerte por coronavirus este viernes de Ángel F.M. , funcionario de la prisión de Cuenca, la asociación de trabajadores de prisiones «Tu abandono me puede matar» ha recordado que en este centro penitenciario hay otros tres compañeros contagiados por el Covid-19.

Así han informado a ABC desde esta asociación, que informa de que actualmente de los tres positivos por coronavirus en la cárcel de Cuenca, dos funcionarios están en su casa en cuarentena y otro ha sido dado de alta y está trabajando ya, mientras que otros dos compañeros dieron negativo en el test, que ha sido realizado a una docena de trabajadores de este centro.

En cualquier caso, aún están pendientes de que los internos de la prisión de Cuenca sean evaluados, aunque hasta el momento no ha habido ningún caso. Según señalan, sí que hay un interno que se encuentra aislado por haber presentado un cuadro febril, pero no creen que se trate de coronavirus porque presenta otros síntomas.

Durante estas semanas, indican desde la aociación, el régimen protocolario a la llegada de internos es el establecido para esta situación excepcional. En el módulo de ingresos, reservado ahora para estos internos que llegan, se hace un seguimiento hasta la determinación de que no presenta síntomas para, de este modo, evitar el contagio entre la población penitenciaria.

«La población penitenciaria está tranquila, y los servicios médicos, personal laboral y resto de personal funcionario siguen desempeñando su labor con normalidad», aseguran fuentes de «Tu abandono me puede matar», que expresa sus condolencias para los familiares, amigos y compañeros de Ángel F.M.

Este funcionario de la cárcel de Cuenca entró a trabajar en 1986 como vigilante de interior V1 en su andadura en prisiones en la cárcel de Herrera de la Mancha , donde protagonizó un secuestro en 1991. Pasó a segunda actividad, desempeñando labores de oficina, hace 5 años, haciendo un total de 34 años de servicio.

«Se le recuerda con mucho cariño por parte de todos», afirman de la asociación, que le define como «un excelente compañero y muy amigo de sus amigos», que le echan de menos desde que el 31 de marzo ingresara en la UCI del hospital de Cuenca hasta su fallecimiento este jueves por culpa del maldito coronavirus.

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