El obispo de Cuenca lamenta la «vergüenza ajena» de las fotos obscenas frente a templos religiosos
Seis personas del grupo chileno Yeguada Latinoamericana realizaron el lunes una sesión y posaron semidesnudas frente a la catedral y la iglesia de la Virgen de la Luz
Polémica en Cuenca, después de que seis personas realizaran el lunes una sesión fotográfica claramente obscena frente a templos religiosos. La Policía Nacional fue alertada y se desplazó hasta la puerta de la iglesia de la Virgen de la Luz, patrona de la ciudad y ubicada en el barrio de San Antón, donde se encontró con una mujer caracterizada como si fuese la Virgen María, que estaba posando junto con otras cinco personas. Estas estaban agachadas y semidesnudas, con una trenza de pelo que tapaba tanto la abertura de los glúteos como la de los genitales.
Los agentes identificaron al grupo y le pidieron que abortara misión, ya que «este tipo de fotos obscenas no se pueden hacer». Además, explicaron a los presentes que, en caso de que hubiera menores, podrían estar cometiendo delito de exhibicionismo. Sin embargo, no fueron multados ni detenidos. Al parecer, estas personas habían realizado una acción similar frente a la catedral de Cuenca, aunque la Policía no recibió ninguna llamada. Según el periodista Manuel Noeda, se trataría de una ‘performance’ del grupo chileno Yeguada Latinoamericana .
El incidente fue condenado este martes por el obispo de Cuenca, José María Yanguas, para quien son «unas escenas que merecen el firme rechazo y la censura sin reservas de toda persona de buen sentido y, con mayor razón, el de tantas personas de fe, que se sienten humilladas y heridas, con razón, en sus más íntimos sentimientos».
Según Yanguas, «cuesta entender los motivos que puedan llevar a una persona a actuar de un modo que lesiona el más elemental respeto debido a los demás», porque son unas conductas que producen «bochorno y vergüenza ajena» . «No es en modo alguno admisible confundir el derecho a tener y defender las propias convicciones con la injuria grosera y la ofensa gratuita a la fe de otras personas, con la única finalidad, además, de molestar e irritar», expresó el obispo en un comunicado.