Mikel Santiago: «Es muy preocupante el efecto que tienen las redes sociales en los adolescentes»
El autor vasco ha presentado su última novela, 'En plena noche', este viernes dentro del club de lectura 'Las Casas Ahorcadas' de Cuenca
![El escritor vasco Mikel Santiago, autor de 'En plena noche'](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2022/02/09/mikel-santiago-k3KC--1248x698@abc.jpg)
¿Se imaginan conducir de noche por una carretera rural del País Vasco y que, de pronto, dos zapatillas blancas adviertan de la presencia del cuerpo de una persona en el arcén. Eso le pasó a Mikel Santiago (Vizcaya, 1975), según cuenta él mismo, una vez que estuvo a punto de atropellar a un joven que regresaba borracho de una fiesta. Esta escena que casi le cambió la vida es la que le ha servido para arrancar de forma parecida su última novela, ' En plena noche ' (Ediciones B, 2021), que ha presentado de manera virtual dentro del club de lectura ' Las Casas Ahorcadas ' de Cuenca.
![Mikel Santiago: «Es muy preocupante el efecto que tienen las redes sociales en los adolescentes»](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2022/02/09/plena-noche-k3KC-U50171458585CVC-220x330@abc.jpg)
La novela comienza en la madrugada del 17 de octubre de 1999. Después de un concierto de rock, Diego Latamendia , líder del grupo, es atropellado por un coche cuyo conductor sospecha que el chico está borracho, ya que las únicas palabras que salen de su boca son: «Ayudadme, me han secuestrado». Horas después se despierta en un hospital y sufre amnesia, su novia Lorea ha desaparecido, la última vez que la vieron fue saliendo de la sala de conciertos, como si huyera de alguien.
Veinte años después de esos hechos, el protagonista regresa a su pueblo, el imaginario Illumbe , al funeral de uno de los amigos de entonces con los que perdió el contacto que ha muerto en un incendio. Han pasado muchos años y el reencuentro es difícil: ninguno de ellos sigue siendo la misma persona que fue. Mientras, crece la sospecha de que el incendio no fue accidental.
«Un grupo de rock, un concierto, una chica desaparecida. Han pasado 20 años, pero hay noches que nunca terminan». Así se presenta su nueva novela. ¿Cree, como sucede en ella, que una noche puede cambiarte la vida para bien y/o para mal o eso sólo pasa en la ficción?
No sólo pasa en la ficción, sino en la vida real. La vida te puede cambiar no sólo en una noche, también en un segundo, como vemos continuamente en las noticias. 'En plena noche' gira en torno a esa reflexión, esos giros de la vida, que son como los de las novelas, en los que entramos en una noche siendo unas personas, como es el caso de Diego León y sus colegas de banda, que son unos veiteañeros ilusionados con triunfar en el mundo de la música. Cuando todo termina, una chica ha desaparecido, ellos se han enfadado entre sí y el pueblo donde viven se sumerge en una especie de caza de brujas en un lapso de tiempo de veinte años en los que parece que todo se ha congelado, pero tras ese periodo, las cosas están como estaban. Creo que no exagero mucho cuando planteo esta situación porque hay muchas situaciones humanas parecidas, sobre todo cuando hay algo terrible de por medio, como ha sucedido durante la pandemia.
Lo que está claro es que el pasado es como una losa pesada sobre los hombros de los personajes, sobre todo para el protagonista de la novela, Diego León, que tuvo que huir de su pueblo al ser señalado con el dedo por la desaparición de su novia de entonces. ¿Pueden las habladurías ser tan fuertes como las redes sociales actuales?
Lo que yo hago, precisamente, en mi novela es un paralelismo entre cómo funcionaban los rumores antes y ahora. Nos encontramos en un pueblo muy pequeño donde a un chico se le señala como culpable de la desaparición de su novia sin pruebas, sin ningún juicio ni sentencia neutral, algo que le sucede veinte años más tarde en Twitter. Lo que yo hago es una pequeña denuncia a cómo se utilizan las redes sociales en un mundo tan sobreinformado en el que las falsas informaciones, los juicios mediáticos y los linchamientos están a la orden del día. Para mí, es muy preocupante el efecto que tienen las redes sociales en los adolescentes.
En esta novela regresa a Illumbe, un pueblo costero del País Vasco que, según ha dicho, ha venido para quedarse y que algunos comparan con el Castle Rock de Stephen King. ¿Por qué un lugar imaginario si algunas veces la realidad supera la ficción?
Quería resolver una cuestión creativa conmigo mismo. Después de unas cuantas novelas en las que estuve cambiando de escenario, llegué a la conclusión de que no necesitaba seguir viajando de país en país, sino que podía crear un pueblo paradigmático que fuese en sí mismo protagonista y que, además, me facilitase una cosa que me gusta mucho, que es volver sobre los personajes de otras novelas anteriores para hacer guiños a los lectores. Así es cómo nació Illumbe y no un pueblo de verdad, porque cualquiera se me queda demasiado pequeño para la ficción. Allí situó mis escenarios y mis escenas de acción, donde yo elijo los lugares que puedo ir añadiendo sin límite, pero sin que pierda su esencia.
La música rock es uno de los leitmotiv de la novela y de su vida. De hecho, usted ha dicho que «quizá no hubiera llegado a escribir novelas sin ese baño previo de humildad, juerga y educación artística» que se dio a los veinte años. ¿Qué supone este mundo para usted?
Ahora mismo es mi gran hobby seguir tocando en bandas, aunque ya sin más ambición que pasármelo bien con mis colegas y desconectar. La música fue mi primera pasión, con la que yo aprendí a escribir y a crear canciones, para creer en el talento de uno mismo.
Puede considerarse ya como un autor reconocido dentro del thriller y del género negro, pero comenzó publicando en internet sus propios e-books. De acuerdo a su propia experiencia, ¿es difícil llegar a vivir de la literatura?
No puedo decir si es difícil o fácil vivir de la literatura. Conseguir que cada libro sea interesante, que no decaiga el nivel, es lo difícil, que es lo que hago yo año tras año, teniendo que volver a empezar casi desde cero y enfrentarse al desafío de hacer algo divertido y entretenido. Después ya, que esto se equipare con un éxito en ventas es otra historia, aunque yo no me puedo quejar, porque a mí me ha ido bien y me puedo dedicar a trabajar en ello.
El 28 de enero se estrenó en Netflix 'Feria', una serie de la que ha sido guionista, y ha vendido los derechos de casi todas sus novelas. ¿Cómo ha sido la experiencia en el mundo audiovisual? ¿Es muy diferente del mundo de la literatura?
Desde luego que es muy diferente. Para un novelista, la primera idea que tienes es que el trabajo de guionista es fácil, pero después te das cuenta de una serie de sutilezas, que es lo que realmente te causa vértigo. Mientras que tú estás acostumbrado que las cosas funciones en el papel y que el papel sostenga todo, en el mundo audiovisual te das cuenta que tu escritura es sólo una pequeña parte del todo y que tienes que imaginarte el diálogo, la puesta en escena y otras variantes. Por eso, he tenido que aprender mucho y, sobre todo, del trabajo en equipo.
Lo que está claro es que se siente cómodo en eso que ahora se llama 'domestic noir' ambientado en su tierra además. Hace poco entrevisté a Ibon Martín por su última novela y me habló del género «euskandinavo» para referirse a ello. En cualquier caso, ¿qué tiene el País Vasco para ser tan propicio para este tipo de historias?
Para trabajar es el lugar idóneo porque hace muy mal tiempo y no nos queda otra que estar en el trabajo o en casa escribiendo. Después, como escenario, pues también, porque es una tierra montañosa, brumosa, oscura, cerca del mar Cantábrico, que es muy bravo. Tiene su aquel y, además, tiene una simbología, aunque hay otras regiones propicias también para este tipo de historias. A ello se suma una generación de autores y autoras vascas que hemos ambientado nuestras novelas aquí. No sé si es casualidad o un efecto llamada, pero la verdad es que estamos triunfando.
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