Ana Iris Simón: «Me hace ilusión los pequeños gestos de mis lectores, voten a quien voten»
La escritora de Campo de Criptana llega este lunes a la Bilbioteca de Castilla-La Mancha, para hablar de la creación literaria, de «Feria» y de su vida
La escritora y periodista, Ana Iris Simón (Campo de Criptana, 1991), madre primeriza y autora de la elogiada novela «Feria», se confiesa manchega de cuna . Y para certificarlo, lleva en uno de sus brazos tatuado -con letras que escribió uno de sus primos-, «Made in La Mancha», un territorio que forma parte de las obsesiones de una autora que no se deja nada en el tintero. En esta entrevista, Ana Iris nos habla de la Reforma Laboral, de Vox, de Abascal, de Podemos y de la situación política que vive España en estos momentos. Pero también del momento vital que le ha proporcionado el pequeño Valero, su hijo, que acaba de cumplir siete meses y al que puede dedicarle todas las mañanas... Las tardes: son otra cosa.
Ana Iris Simón —que este lunes participa en el ciclo de conferencias que ha programado la Biblioteca de Castilla-La Mancha —, confiesa estar encantada de vivir en Aranjuez, ciudad a la que regresó para que su pequeño (un potroso, algo coloquial para definir a una persona que tiene buena suerte), estuviera cerca de sus abuelos y de su familia .
«Uno sin la familia no hace nada. Por eso decidimos venirnos a Aranjuez y dejar Ávila», explica la autora, que a finales del mes de enero ha ocupado la portada del periódico New York Times. El diario considera que «Feria», es «una ópera prima que cautiva a España» como la define, pero que también que «es un reflejo de la política española». Y claro que Ana Iris le hace ilusión, «pero también me hace ilusión las primeras entrevistas que me hicieron y los gestos cotidianos».
Aprovecha para destacar que también le ha hecho ilusión lo que pasó en la última verbena de su pueblo. Una señora, de unos 85 años, se le acercó y le confesó que nunca había leído un libro en su vida, «pero el mío sí; entonces, que venga un periódico americano, quiera ir a mi pueblo, conocer a mi familia, entrevistarlos y ponerlos en la portada, pues causa impresión. Pero no más de lo que me causan esos gestos pequeños de mis lectores, voten a quien voten» , confiesa.
Bronca política
Así que la pregunta es saber si ella comparte la opinión del New York Times sobre si su novela es un reflejo de lo que se vive en la política española. «Creo que hay una polarización política tremenda y lo hemos visto esta semana en el debate sobre la reforma laboral», dice para incidir en que «absolutamente nadie está debatiendo sobre su contenido. O si es suficiente, o porqué a la derecha no le interesa aprobarla. En vez de estar debatiendo cómo va a incidir en los trabajadores, se centran en la bronca y en el diputado que se equivocó al votar. Esto es un reflejo de lo que tenemos socialmente», explica la escritora que ya está trabajando en su próximo libro, en el Campo de Criptana será de nuevo el escenario para sus personajes.
«Probablemente sí. Pero si no es Campo de Criptana, probablemente sea La Mancha. Si no lo llamo Campo de Criptana, utilizaré un nombre ficticio. Me cuesta desapegarme de la tierra porque me tira mucho y es la manera que tengo de mirar al mundo. No creo que me vaya a liberar de mis ideas recurrentes: la familia, los abuelos...».
Serán esos mismos personajes los que han atraído a los miles de lectores que se han sentido identificados por este debut literario, del que se han apropiado políticos de diferentes signo. «Agradezco a todos los lectores, voten a quien voten. De hecho me parece muy bonito que me hayan felicitado cargos de todos los partidos. Desde Vox hasta Podemos, pasando por el PSOE y Ciudadanos. Me parece que es algo positivo para la sociedad. De lo que habla la novela es de que podemos ponernos en común. Hay cosas que nos siguen uniendo y hay realidades transversales de las que podemos converger y en las que podemos trabajar», matiza la joven escritora.
Aquella niña nacida entre molinos de viento, en Campo de Criptana, es hoy uno de los últimos fenómenos literarios, aunque no presume de nada. Al contrario, cuenta otra de las anécdotas que ha vivido políticamente. Al contrario, cuenta que Santiago Abascal, líder de Vox, se subió un día a la tribuna del Congreso con su libro «Feria» porque suele hacer eso habitualmente. Subir con el libro que esté leyendo en ese momento. Sin embargo, el periodista que se lo contó a Ana Iris le recriminaba que el político no hubiera entendido la novela. «Creo que lo han entendido los dos. Casi todo el mundo tiene una familia, suele llorar en los funerales y quiere lo mejor para su pueblo. En eso todos podemos coincidir. No creo que sea algo malo», responde.
Creación literaria
Finalmente, en esta conversación telefónica, Ana Iris confiesa que está «muy ilusionada» preparando lo que va a hablar en la Biblioteca de Castilla-La Mancha. Y señala que se centrará en hablar del proceso de creación y en qué condiciones se produce la narración.
«Es muy importante hablar de ese proceso. De cómo se produce la cultura en nuestro país y en concreto, la literatura, por lo precario que es. No esperaba ganar dinero con «Feria». Recuerdo que me dieron un adelanto de 1.000 euros, y yo me planteaba: coño los tendré que devolver. Y estaba preocupada. Entonces hablaré de eso. De la casualidad y también de cómo un libro, una novela no es proceso individual sino que es colectivo», concluye.