Una hora menos en Canarias... y en Tobarra

Miles de tambores resuenan durante toda la madrugada por las calles de Tobarra durante la Semana Santa . Algo normal dentro de la fiesta religiosa en esta localidad albaceteña, pero que este año vuelve a tener algo de excepcional, ya que retrasará un día el cambio de hora para no romper con su tradición de tocar el tambor durante 104 horas de forma ininterrumpida.

El municipio quiere mantener así intactas sus 104 horas ininterrumpidas tocando el tambor, desde las cuatro de la tarde del Miércoles Santo a las nueve de la noche del Domingo de Resurrección, que le valieron la calificación de Interés Turístico Nacional, una distinción con la que cuenta desde 1998.

Esta decisión se tomó a principios de marzo, cuando el Ayuntamiento de Tobarra dictó un bando municipal por el que se informaba que esta localidad no cambiará la hora el sábado 26 de marzo, en Semana Santa, para cumplir con la Tamborada de 104 horas sin parar y lo hará un día más tarde que en el resto del país.

Esa es la razón por la que no cambiarán la hora hasta las dos de la madrugada del domingo al lunes, según explica a ABC el alcalde de Tobarra, Pío Bernabéu Cañete. No es algo nuevo, ya que ocurrió los mismo en los años 2003, 2006 y 2013 . En todas estas ocasiones el cambio de hora coincidió con el Sábado Santo y este año vuelve a ocurrir lo mismo.

Por eso, en Tobarra se saltarán la norma. «Queremos evitar que se mermen las 104 horas ininterrumpidas de toque de tambor desde el miércoles a las 16 horas hasta el domingo a las 12», señala el alcalde. Un segundo objetivo es «evitar confusiones con el horario de las procesiones del domingo. Siempre había problemas, unos llegaban con la hora antigua, otros con la nueva… Era un lío», sostiene Pío Bernabéu.

«A los vecinos les parece bien», asegura el regidor tobarreño. «Por eso, repetimos la experiencia y, de paso, Tobarra se hace publicidad. Salimos en televisión, prensa, radio… Aprovechamos para hacer promoción». Los orígenes de esta tradición no están claros. «Unos dicen que era para ahuyentar a los árabes, otros que es una tradición aún más antigua … Lo cierto es que es lo más característico de nuestro pueblo», explica Pío Bernabéu.

Durante la Semana Santa esta población albaceteña de cerca de 8.000 habitantes duplica su población, sobre todo el Viernes Santo por la mañana y el domingo. De momento no aspiran a la Declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional, aunque están pendientes de que la Tamborada sea declarada como Bien de Interés Cultural (BIC) Inmaterial , algo que ocurrirá, previsiblemente en el Consejo de Gobierno de las próximas semanas. El expediente está acabado y solo falta ese último trámite, según trasladaba el viceconsejero de Cultura, Jesús Carrascosa, a la Asociación de Amigos del Tambor de Tobarra.