El Gobierno de España y la Junta busca soluciones para inundar Tablas de Daimiel

Ecologistas en Acción se muestra contraria a un trasvase de agua dirigido a este parque nacional

Pasarela del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel EFE

EFE

El Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha convocarán la Comisión Mixta de Gestión de los Parques Nacionales, para activar la puesta en marcha de una batería de sondeos de emergencia para inundar el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel , con solo 36 hectáreas inundadas en la actualidad.

Fuentes del Miteco han explicado a Efe que desde el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN) y el Ministerio se hace un seguimiento permanente de la evolución hidrológica del parque nacional de las Tablas de Daimiel, a fin de evaluar el alcance de las medidas puestas en marcha por la Confederación Hidrográfica del Guadiana, cuyo objetivo es avanzar en una progresiva estabilización del aporte de caudales al Parque.

El Miteco contempla la puesta en marcha de una batería de pozos de emergencia, que es una de las dos opciones de actuación, mientras que la otra es el trasvase desde el Acueducto Tajo-Segura, que recoge el Plan Hidrológico del Guadiana , en caso de emergencia.

El Ministerio considera que la opción de la batería de pozos de emergencia responde mejor a la situación de emergencia, con el objeto de humedecer la superficie del parque nacional y evitar así la combustión de las turbas, como ya se hizo el pasado mes de marzo.

Y ha recordado que la última vez que se realizó un trasvase del Acueducto Tajo-Segura al Parque Nacional de Tablas de Daimiel fue en el año hidrológico 2008/2009 y que, de los 20 hm3 derivados, sólo llegaron a destino 0,75 hm3, pues el cauce del río Cigüela, por el que discurre el agua trasvasada hasta el parque, es un cauce seco por lo que el agua se infiltra antes de llegar a su destino.

Por otro lado, el Miteco ha recordado que continúa trabajando intensamente en abordar la situación desde el punto de vista estructural del uso sostenible del agua de la cuenca.

Así, han señalado que desde la Confederación Hidrográfica del Guadiana se han intensificado las inspecciones, con la puesta en marcha del Plan especial de control y uso del agua en la zona de influencia del parque nacional para identificar y controlar la explotación de los recursos hídricos subterráneos y evitar las extracciones fuera de control que perjudican claramente al humedal y a toda la masa de agua.

La Confederación Hidrográfica del Guadiana ha tramitado este año un total de 30 expedientes por la manipulación de caudalímetros, una infracción calificada como grave y que supone una sanción, como mínimo, de 50.000 euros, así como la extinción del derecho al uso del agua.

Este tipo de actuaciones ponen en riesgo la consecución de los objetivos medioambientales en el Alto Guadiana, donde hay diez masas de agua que están declaradas en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo y químico.

Ecologistas, contra el trasvase

Por su parte, Ecologistas en Acción ha mostrado su rechazo a la decisión del Patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel de solicitar un trasvase desde el acueducto Tajo-Segura para restaurar el funcionamiento hidrológico natural de este ecosistema acuático, que actualmente se encuentra seco.

Los ecologistas, en declaraciones a Efe, creen que la situación actual es consecuencia de la «negligente política agraria basada en una agricultura intensiva promovida por la Política Agraria Común europea».

Rafael Gosálvez, representante de los grupos ecologistas regionales en el Patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, ha manifestado que se oponen rotundamente a un trasvase de agua desde la cabecera del Tajo y han exigido una solución estructural que, a su modo de ver, pasa por la ordenación del territorio y, por lo tanto, del regadío en la Cuenca Alta del río Guadiana.

Para los ecologistas, «ya no cabe ningún engaño institucional sobre la nefasta situación de los humedales manchegos» y del papel que en ella ha jugado el regadío.

«Hoy, el conocimiento científico ha dejado claro que la situación de Las Tablas y del resto de los humedales manchegos es consecuencia de un proceso de expansión salvaje del regadío desde hace 50 años, fomentado por los distintos gobiernos y gestores con responsabilidad en las políticas agrarias y del agua», ha señalado.

Rafael Gosálvez ha asegurado que «la máxima responsable de la situación de emergencia ambiental en la Cuenca Alta del Guadiana es la Unión Europea, que ha promovido una PAC basada en la producción en lugar de en la calidad y en la defensa de los espacios agrarios extensivos».

Los ecologistas, por otra parte, han sostenido que «los problemas generados por una agricultura negligente en el Guadiana deben ser resueltos cambiando el rumbo de esa política y no externalizando los problemas ambientales a otra cuenca como la del Tajo, en su tramo alto», que han opinado que se encuentran en una situación extrema como consecuencia del Trasvase del Tajo al Levante.

«Ahora queremos sustituir ese trasvase al Levante por un trasvase a La Mancha, tanto para salvar Las Tablas como para asegurar el abastecimiento humano, quedando al descubierto las desvergüenzas de un gobierno regional populista que ha buscado intencionadamente el enfrentamiento con el Levante como forma de perpetuarse en el Palacio de Fuensalida».

Para Rafael Gosálvez «no hay mucha diferencia entre Trump y Page a la hora de enfrentar el tema de la gestión del agua en la región, basada en la tergiversación de la verdad, en los hechos alternativos y en fomentar el enfrentismo ideológico entre regiones».

Gosálvez ha lamentado que la función del patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel esté «desvirtuada» a través de una Presidencia que en las dos últimas ocasiones está ejercida por ex cargos ligados a partidos políticos y no científicos o personas cuya trayectoria esté ligada a la gestión y defensa de la naturaleza.

«La única realidad es que a principios de octubre de 2020, como sucedió en octubre de 2009, y en octubre de 1995, el parque nacional se encuentra seco y con riesgo de incendio de turbas», ha alertado Gosálvez, que ha incidido en que «la única alternativa» que contemplan los ecologistas es la puesta en marcha de la batería de pozos que se construyó en el 2009, «no con la intención de llenar de agua el parque, sino para humedecer el sustrato de Las Tablas y evitar la aparición de los terribles incendios de turba», ha finalizado.

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