Detenido el «geyperman» de Tomelloso
En libertad provisional tras comparecer ante un juez, usaba material de montaña para cometer sus robos, tiene una gran preparación física y conocimientos militares, lo que le ha permitido conseguir un botín de unos 25.000 euros
¿Quién se acuerda o ha oído hablar del «geyperman», el famoso muñeco de los años 70 que fue un éxito de ventas? Pues en Tomelloso la Guardia Civil ha detenido a un treinteañero que, por sus características físicas, su equipamiento y su destreza para ejecutar sus fechorías, bien podría recordar a aquel juguete.
Dotado de una gran preparación física y conocimientos militares, llevaba ropa oscura para camuflarse, guantes, cuerdas de montaña, arneses, mosquetones y pasamontañas para cometer sus robos con fuerza, después de descolgarse por las azoteas en la mayoría de los casos. Pero este hombre, que había intentado ser policía o guardia civil según cuenta, no utilizaba pies de gato (zapatillas que emplean los escaladores, principalmente por su adherencia) porque no las necesitaba. Su destreza le permitía ir con otro calzado menos técnico.
Así es el «geyperman» de Tomelloso , un extranjero con antecedentes por robo que la Guardia Civil detuvo en plena acción a mediados de este mes de junio en esta localidad ciudadrealeña (37.000 vecinos censados). Sin embargo, su arresto no ha sido difundido hasta este miércoles por el instituto armado, que no ha facilitado su nacionalidad.
El individuo, un vecino de 33 años, está en libertad provisional, con medidas cautelares, tras ser apresado muy cerca de su domicilio la madrugada del 14 de junio, viernes, cuando asaltaba un local. Allí lo pillaron «in fraganti» los agentes de la Guardia Civil que lo perseguían desde marzo. Con su detención, los investigadores daban carpetazo momentáneamente, hasta la celebración del juicio, a la Operación Arnés. Y también ponían fin a una cadena de asaltos, de los que han esclarecidos 15 delitos: 12 en Tomelloso y otros 3 en la vecina población de Argamasilla de Alba (7.000 habitantes empadronados), a solo 8 kilómetros.
La investigación arrancó el tercer mes del año, cuando la Guardia Civil de Ciudad Real detectó un aumento de robos en comercios, tales como establecimientos de hostelería, supermercados, tiendas de comestibles y también de telefonía. En un principio, se pensó en un pequeño grupo de ladrones que solo buscaban dinero.
Sin embargo, el estudio minucioso de todos los delitos denunciados, y las grabaciones que existen de algunos de ellos, llevó a los agentes a una conclusión: se trataba de un único sujeto que planeaba al detalle los golpes para esquivar los sistemas de seguridad, y que no dudaba en arrastrarse por los suelos si era necesario.
Hubo una segunda deducción de los investigadores tras visualizar tanto material: el delincuente, dotado de una gran preparación física, poseía una extraordinaria destreza para ejecutar sus acciones. Sus conocimientos militares y de escalada le otorgaban un plus para conseguir su objetivo: dinero en metálico.
Primero, estudiaba su objetivo para controlar los sistemas de seguridad instalados, ya fueran alarmas, cámaras, vigilancia personal o perros. Luego planeaba la entrada y la huida, aunque él prefería escalar hasta los tejados para descolgarse hasta el interior. Ya dentro, forzaba las cajas fuertes, cajas registradoras y máquinas tragaperras. Para lograrlo, iba pertrechado con todo lo necesario: destornilladores, radiales, cortafríos y palanquetas, entre otras herramientas, que guardaba en una bolsa de deporte.
Se calcula que pudo lograr un botín global próximo a los 25.000 euros hasta que la Guardia Civil lo engrilletó el 14 de junio, aunque no se ha recuperado el dinero.
Tres días después, el detenido pasó a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Tomelloso, en funciones de guardia el 17 de junio. Tras tomarle declaración, el juez decretó su libertad provisional , aunque estableció unas medidas cautelares: la prohibición de salir del territorio nacional y la obligación de comparecer ante el juzgado los lunes y viernes de cada semana, según ha informado a ABC una portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. En sede judicial se le imputa, de momento, la presunta autoría de 7 delitos de robo con fuerza, ocho menos de los que le atribuye la Guardia Civil.
Seguramente a Manuel González, «Plinio» , el jefe de la Policía local de Tomelloso creado por el tomellosero más universal, Francisco García Pavón , le hubiera encantado dirigir el operativo para detener al intrépido «geyperman» de su pueblo.