Argamasilla de Alba
Dos empleados denuncian a un cliente por amenazas de muerte con una navaja dentro del banco: «¡Os voy a rajar!»
Al responsable de la oficina lo intimidó también con hacerle lo mismo que a un director de La Solana que fue asesinado por un cliente en 2016. «Si no me voy del despacho, a lo mejor no lo cuento», dice a sus allegados
El agresor, que fue detenido en la calle portando un arma blanca, debe dos recibos hipotecarios y el director le había telefoneado para recordárselo
En Argamasilla de Alba (Ciudad Real), el director y una empleada de la oficina de CaixaBank (Bankia antes de la fusión) no olvidarán fácilmente el incidente que vivieron este miércoles con un cliente, un español de 48 años con varios antecedentes policiales que ha llegado a pisar la cárcel, según fuentes consultadas. «Si no me voy del despacho, a lo mejor no lo cuento», asegura a sus allegados el responsable de la sucursal, donde varias personas fueron testigos de las amenazas.
Los hechos se desencadenan sobre las 11 de la mañana en esta localidad manchega, donde Cervantes comenzó a escribir 'el Quijote' según una tradición arraigada. El director de la entidad bancaria, ubicada en la plaza de Alonso Quijano, recibe amenazas de muerte de un cliente, vecino de este municipio de unos 7.000 habitantes. Acaba de informarle por teléfono de que debe dos recibos hipotecarios impagados, según la denuncia del empleado.
Le intimida con que le va a pasar lo mismo que a un director de CaixaBank en La Solana, una población a 25 kilómetros, donde Alfonso Muñoz fue asesinado en 2016 por un cliente, Antonio Santillana, que acusaba al empleado de retenerle 2.200 euros de un préstamo unos días.
A pesar de los intentos por parte del responsable de la oficina de Argamasilla de Alba, el cliente entra «en bucle». El director intenta decirle que llama para ayudarle en su situación económica, ya que lo telefonean con el mismo asunto casi todos los meses: el impago de dos recibos de un préstamo. El cliente le responde que, como no le den para la manutención de su hijo, le va a pasar lo que le sucedió a su compañero: «Voy a ir a la oficina y te voy va a matar».
El responsable de la sucursal no puede razonar con su cliente, que le sigue amenazando, y corta la conversación telefónica. El cliente devuelve la llamada y lo amedrenta: «Te voy a matar». Telefonea con insistencia, cuatro o cinco veces, y el director decide personarse en el puesto de la Guardia Civil, a unos 200 metros de la oficina.
Colaboración policial
Minutos más tarde, mientras el director está en el cuartel contando su versión al comandante, el cliente se persona en la sucursal armado con una navaja y amenaza a una empleada, que está con cinco clientes en el interior, donde permanecen inmóviles. Su compañera le llama por teléfono para contarle que el hombre está dentro de la sucursal y que ha sacado una navaja, que, abierta, «es un cuchillo y grande». En la oficina está varios minutos vociferando contra la empleada y el director, aunque no está: «¡Os voy a rajar!». Llega a acercarse bastante a su compañera con el cuchillo en mano, hasta que se marcha.
El comandante del puesto ya ha subido en un coche acompañado del director de la sucursal, a la que llegan cuando el individuo ya se ido. Entonces, se monta un operativo para localizarlo, por lo que el mando solicita el apoyo de la Policía local, cuya sede está a 50 metros de la sucursal.
Tres agentes municipales y el guardia civil buscan al individuo , que es localizado quince minutos después por dos policías locales a unos 300 metros de la sucursal, en la calle de Ángel Pereira , concurrida a esa hora de la mañana.
«A este señor se le interviene una navaja, se procede a su detención sin oponer resistencia y no dice por qué ha actuado así», según fuentes de la Policía local consultadas por ABC. «No tenemos constancia de que haya protagonizado antes un incidente de esta entidad», añade un portavoz. No obstante, el instituto armado ha confirmado que el detenido tiene antecedentes policiales por otro tipo de delitos.
La Guardia Civil atribuye al detenido un delito de amenazas graves con arma blanca y ha pasado este jueves a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Tomelloso. El cliente ha quedado libertad después de su comparecencia ante el juez y el caso ha quedado pendiente para una segunda vista, en la que se presentarán grabaciones y el testimonio de testigos, según han señalado a ABC fuentes cercanas al director.
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