Detenido en Cuenca con un martillo y dos hachas por atacar a policías y provocar daños en la Subdelegación del Gobierno
Un agente local empleó un gel balístico para reducir y detener a esta persona, que lanzó un hacha a un policía
Iba armado con un martillo y dos hachas en Cuenca, por lo que esta tarde la Policía Nacional y la Policía local lo tuvieron que reducir en la plaza de España empleando un gel balístico dirigido a la cara del individuo, ya que no deponía su actitud violenta.
Con el torso desnudo, la cabeza medio rapada y unas gafas de sol, Joaquín 'el Marqués', como lo conocen algunos vecinos, atacó a los agentes e incluso a uno le lanzó un hacha, que no llegó a alcanzarlo. Además, provocó daños en un coche policial y en la puerta de la Subdelegación del Gobierno de España.
Cerca de una decena de policias nacionales y locales, provistos de un escudo antidisturbio y con las pistolas desenfundadas, intentaron reducirlo y detenerlo. Lo consiguieron gracias a un gel balístico que utilizó uno de los agentes , que lanzó un chorro a la cara del sujeto desde unos cuatro metros de distancia.
El material usado por ese policía local fue un espray de defensa de pimienta (capsaicina, que se encuentra en el chile), cuyo precio en el mercado ronda los 22 euros. Su tamaño y capacidad, 50 mililitros, lo hacen ideal para los agentes de policías, según la empresa que lo comercializa. Permite realizar hasta 83 disparos de 0,5 segundos y tiene un alcance de unos cinco metros.
Su tipo de disparo, como un chorro, se denomina «gel balístico con tecnología Crossfire». Es de efecto inmediato sobre el agresor, con una incapacidad instantánea durante 60 minutos, pero sin efectos secundarios para su salud. De hecho, al detenido se le pasó la irritación de los ojos con agua. No fue necesario su traslado al hospital e ingresó en un calabozo.
Ese tipo de espray, homologado y utilizado por la Policía local de Cuenca desde hace más de 10 años, lleva además un seguro que protege contra un disparo accidental.
El detenido ya era conocido por algún episodio similar, aunque hay que remontarse casi nueve años. En mayo de 2013, con un hacha destrozó alrededor de 17 vehículos, tanto particulares como policiales, en la zona de Fermín Caballero.
En aquella ocasión, para poder reducirlo, la policía tuvo que dispararlo en una pierna, porque estaba a punto de atacar a los agentes que intentaban arrestarlo. Esta vez, fue un espray de defensa.
