Cuenca

La catedral de Cuenca se somete a reformas para estar a punto en 2021

Se están realizando obras en los tejados y las terrazas, impermeabilizando las naves laterales y la zona de la girola

La catedral de Cuenca está acometiendo una serie de mejoras en el interior del templo ABC
Francisca Ramírez

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La catedral de Cuenca sigue inmersa en una serie de reformas y mejoras en diferentes puntos del templo para tener todo a punto cuando concluyan los cierres perimetrales que vive la ciudad estos días. Los técnicos continúan trabajando en la impermeabilización de las naves laterales y la girola, con un presupuesto de 175.000 euros, que ha sido asumido en su totalidad por el Cabildo del templo, según ha confirmado el director y capellán mayor, Miguel Ángel Albares.

El director de la catedral de Cuenca explica que la zona que se ha visto afectada ha sido el crucero hasta las dos naves laterales (lado norte y sur) y la doble girola . Albares insiste en que estos problemas se debían a que la evacuación de aguas se hacía desde la nave central y los laterales con una especie de canales de drenaje hechos de hormigón que no estaban funcionando y que estaban chupando parte del agua en vez de evacuarla, lo que ha provocado que se hayan producido estas humedades.

Acabar con las humedades

Por otro lado, un equipo continúa trabajando en la impermeabilización de las cubiertas del templo —que son de los años 70-80— y que por el paso del tiempo se ha deteriorado parte de la techumbre. Esta obra arrancó el pasado mes de junio y se espera que las mejoras concluyan en febrero o marzo de 2021, señala el director.

Además, se están aprovechando estas obras para mejorar todo el sistema de terrazas, ya que ese sistema de drenajes de agua no estaba funcionando muy bien y provocó que se metiera el agua en las bóvedas de la girola, lamenta el capellán.

«La catedral la seguimos construyendo. En un edificio tan grande que comenzó a construirse en el año 1182 y que funciona desde el siglo XII; constantemente hay que seguir actuando. Tenemos que salvarla cada día», afirma Miguel Ángel Albares.

Los daños en este edificio (catalogado Bien de Interés Cultural) no cesan . Tras la rehabilitación de las pinturas murales de la bóveda de la antecapilla de la Virgen del Sagrario, que están llevando técnicos de la catedral y del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) —están prácticamene terminadas—, se descubrió que había dos claves de bóveda y unos trozos de nervio que habían sufrido unas fisuras y había riesgo de desprendimiento.

Pérdidas económicas

Entonces —cuenta el director— el arquitecto de la catedral y los técnicos del ministerio elaboraron un proyecto para arreglar esta parte afectada. «Se está haciendo con unas varillas de fibra de carbono y se está aprovechando para imperbealizar toda esa zona», explica Albares, que recuerda que el Gobierno central ha aportado más de 55.000 euros para esta obra.

Finalmente, aprovecha para lamentar la difícil situación económica en la que se encuentran las arcas del templo. Albares calcula las pérdidas en unos 300.000 euros desde que se inicio la pandemia, «y no tiene visos de mejorar porque Cuenca sigue con cierres perimetrales».

«La catedral, aunque esté cerrada, tiene el mismo coste de mantenimiento que si estuviera abierta. Es una situación compleja porque tenemos que pagar luz, seguridad, alarmas, mantenimiento, conservación. Además hay tres restauradoras, más 15 trabajadores y todo esto cuenta», se lamenta.

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