«El Covid-19 no ha impedido que las mujeres rurales demuestren su capacidad de liderazgo»

Entrevista a Carmen Quinanilla, presidenta nacional de Afammer. Este miércoles Ciudad Real acoge una jornada organizada por Afammer ante la celebración del Día Internacional de las Mujeres Rurales

Cartel de las jornada

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El liderazgo femenino, la inserción laboral y el emprendimiento de las mujeres rurales en la economía y el desarrollo de su entorno son algunos de los aspectos que se tratarán en la jornada «Las mujeres rurales impulsando su futuro» que Afammer desarrollará mañana 14 de octubre en Ciudad Real, financiada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. ABC habla con la presidenta de Afammer, Carmen Quintanilla, sobre el papel de la mujeres rurales en la sociedad.

¿Qué significado tiene el Día Internacional de las Mujeres Rurales, cuáles son sus reivindicaciones y necesidades?

El 15 de octubre es una fecha importantísima para Afammer y para todas las mujeres rurales que conforman un tercio de la población mundial. Precisamente, se cumplen 25 años de la IV Conferencia Mundial de la Mujer celebrada en Beijing, donde Afammer junto a otras asociaciones de mujeres consiguió que se declarase el 15 de octubre como el día Internacional de la Mujer Rural. La institucionalización de un día para la Mujer Rural por parte de Naciones Unidas, nos ha dado la oportunidad de visibilizar y reconocer en mayor medida el papel fundamental que desempeñan las mujeres en los pueblos, y nuestra contribución decisiva en el desarrollo sostenible; en la seguridad alimentaria y en la erradicación del hambre en el mundo. Reclamaciones que son de justicia social y que en Afammer demandamos los 365 días del año desde hace más de 38 años.

Camen Quintanilla

¿Qué ha supuesto la pandemia de coronavirus para este colectivo, ha aumentado las desventajas con el resto de mujeres?

Sin duda esta crisis ha afectado de una forma muy especial a las mujeres rurales porque sobre ellas recae la mayor carga de las tareas domésticas y del cuidado de menores, una carga que se ha visto aumentada con el cierre de colegios e institutos durante el confinamiento. Sin embargo, estas desigualdades no han impedido que las mujeres rurales vuelvan a demostrar su gran capacidad de liderazgo: un liderazgo transformador que inspira al resto de la sociedad. Cuando se decretó la emergencia sanitaria en España, las mujeres rurales de Afammer nos dimos cuenta de que teníamos que hacer algo para proteger a las familias y personas más vulnerables en el medio rural, especialmente a las personas mayores que viven solas. Las mujeres de Afammer nos pusimos manos a la obra y creamos una Gran Red Solidaria de mascarillas y batas ante las demandas que nos hacían desde diferentes sectores: residencias de mayores y centros asistenciales; familias con pocos recursos; mayores que viven solos o personas con discapacidad; conductores de ambulancias y demás trabajadoresve del medio rural que han desempeñado su labor durante los momentos más duros de la pandemia y no contaban con protección frente al virus. Podemos afirmar con rotundidad que a pesar del aumento de las desigualdades a consecuencia del Covid-19, las mujeres rurales han seguido cumpliendo su rol de cuidadoras del planeta. Pues son ellas las que día a día trabajan por mejorar nuestro entorno, ya lo hacían antes y lo siguen haciendo ahora con más fuerza.

¿Cómo contribuyen las mujeres rurales al desarrollo del país y de la región?

En estas casi cuatro décadas de vida en Afammer venimos alertando que sin mujeres no habrá futuro en nuestros pueblos, y es algo que nunca nos cansaremos de repetir. Así mismo, hemos defendido siempre la gran importancia que las mujeres rurales tienen no solo para su entorno, sino también para la vertebración social y económica de España, pues el medio rural supone el 80% de todo el territorio en nuestro país. Y en el caso de Castilla-La Mancha, que es la segunda región española con más personas residiendo en el medio rural y la primera con mayor número de mujeres rurales, es todavía más necesario acabar con las desigualdades aún existentes en diferentes ámbitos de la vida social, económica y en la toma de decisiones. Por ello, uno de los grandes objetivos de Afammer es promover que cada vez más mujeres jóvenes y preparadas apuesten por llevar a cabo sus proyectos personales y empresariales en el medio rural y también animar y potenciar para que cada vez más mujeres se pongan al frente de las explotaciones agrícolas y ganaderas para acabar con la fuerte masculinización que hay en el campo y garantizar el relevo generacional de las explotaciones. Si lo conseguimos, nuestros pueblos podrán aprovecharse del indiscutible talento que atesoran sus mujeres, y al mismo tiempo, se asegurarán los nacimientos de futuras generaciones que rejuvenecerán nuestros pueblos y les darán vida.

¿Qué porcentaje de la población suponen las mujeres rurales en Castilla-La Mancha? ¿Está bien remunerada su labor?

Las mujeres rurales en Castilla-La Mancha conforman el 48,4% de la población en los municipios de menos de 5.000 habitantes, y el 30,7% del total de mujeres de nuestra región, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Las mujeres rurales jóvenes están cada vez mejor formadas, pues han tenido más oportunidades de formarse que las que tuvieron sus madres y abuelas. Sin embargo, muchas de ellas se ven obligadas a marcharse a las zonas urbanas ante la falta de oportunidades laborales y la precariedad de los empleos existentes, produciéndose lo que a mí me gusta catalogar como huida ilustrada. Por otro lado, tenemos a aquellas mujeres con menor cualificación que trabajan en los negocios familiares desarrollando su actividad bajo la fórmula de «ayuda familiar», un trabajo no reconocido como una prolongación de las tareas domésticas, lo que las invisibiliza como trabajadoras y las priva del disfrute de sus derechos laborales y sociales. Desde la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural llevamos años reivindicando un mayor reconocimiento y visibilidad para las mujeres que trabajan en las explotaciones familiares. Por ello, pedimos un mayor impulso de la Ley de Titularidad Compartida en las Explotaciones Agrarias que nació con la intención de incluir en el registro a las mujeres que aparecían en la categoría de «ayuda familiar» junto a sus cónyuges sin que se reconociera su trabajo y considerándose este una extensión de las labores domésticas. Pues a pesar de que Castilla-La Mancha es la segunda comunidad española con mayor número de mujeres inscritas, las cifras siguen siendo bajas pues desde el año 2011 tan solo se han inscrito 193 mujeres.

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