Cogolludo recuperará cepas autóctonas perdidas hace 100 años

El empresario Yñigo Míguez tiene el proyecto de producir vinos de calidad, utilizando un convento como bodega

Convento de los Carmelitas Descalzos de Cogolludo Ayto.

ABC

Cogolludo va a recuperar cepas autóctonas perdidas hace ahora 100 años durante la plaga de la filoxera gracias a la adquisición de un antiguo viñedo por parte del empresario Yñigo Míguez, gerente de la empresa Bodegas Castillos y Vinos, informa el Ayuntamiento en un comunicado.

Míguez compró hace años el Convento de los Carmelitas Descalzos de Cogolludo , un edificio singular del siglo XVI que fue referente en la elaboración de vino en la época y que ahora va a volver a su actividad primigenia como bodega.

El convento, que ya contaba con bodega y almazara propias, fue restaurado en una primera fase. Además, en él se están desarrollando actividades relacionadas con la producción vitivinícola que están ayudando a impulsar el turismo y la economía de la comarca, añade el Consistorio.

El empresario vasco, con la colaboración del Ayuntamiento, ha investigado sobre las viñas del término municipal con la pretensión de recuperar las uvas autóctonas pedidas a causa de la filoxera. El proyecto trata de recuperar una actividad históricamente vinculada con la villa serrana, como es la producción de vinos de calidad.

Por otro lado, y gracias a esta colaboración, Yñigo ha podido adquirir un antiguo viñedo en el que se han encontrado cepas que resistieron a la enfermedad y donde comenzará ya en la presente añada los trabajos de recuperación de las mismas. Una vez se limpie y labre el terreno en el que se encuentra la viña, se tomarán muestras de las cepas para realizar exámenes de ADN de las plantas. Las muestras determinarán el tipo de uva que podrían producir.

Garnacha y albillo

«Se sabe que en esta zona las uvas que se solían cultivar eran garnacha y albillo, en sus distintas variedades, pero hay que estudiar cada planta para asegurar a que especie pertenecen», afirma el empresario bilbaíno. Su intención ahora es sacar esquejes para replantar y en marzo, cuando llegue el tiempo propicio, se hará una poda exhaustiva.

«Mi objetivo es tener la primera producción de vino, con marca registrada ‘Convento de Cogolludo-Viñas Viejas Prefiloxéricas’, con uvas autóctonas en pocos años», añade Míguez. El vino con estas uvas se elaboraría y envejecería en las instalaciones de la cueva del Convento de Cogolludo. Este espacio, restaurado hace meses, conserva unas constantes durante todo el año gracias a la ventilación natural. En la cueva hay una humedad del 85 por ciento y una temperatura de 12 grados centígrados.

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