Caen dos organizaciones, con 31 detenidos, que compartían un conductor experto para robar camiones y en naves

El robo de un camión lleno de aceite en Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real) ha permitido, un año después, que la Guardia Civil haya desarticulado en Madrid dos organizaciones delictivas que se dedicaban al robo de camiones y en naves industriales. Hay 31 personas detenidas, la gran mayoría españolas, y se investiga a otras 21 por delitos contra el patrimonio y la pertenencia a un grupo criminal.

Pero no se escondían. Actuaban de día , a cualquier hora. Las dos bandas desmanteladas en la Operación Tractonault cometieron al menos 36 robos en polígonos industriales de la Comunidad de Madrid y de las provincias de Toledo, Ciudad Real, Córdoba, Burgos, Guadalajara y Salamanca. La Guardia Civil ha recuperado 16 camiones, toneladas de comida, bebidas, baterías de vehículos y tabaco , valorado todo en dos millones de euros, aunque el importe total de sus robos debe de ser muy superior.

No eran novatos. Todos los miembros cuentan con antecedentes policiales por hechos similares y estaban sometidos a una jerarquía . El jefe planificaba las salidas; el segundo escalón se dedicaba a fijar los objetivos (camiones o naves susceptibles de ser robados); y otro grupo manipulaba los sistemas de alarma y localización GPS, además de dar seguridad mientras cometían los asaltos.

Luego los receptadores compraban la mercancía robada para luego venderla generalmente a ciudadanos chinos , que la comercializaban en distintas tiendas y supermercados. También hay implicados negocios regentados por españoles , según han confirmado a ABC fuentes del instituto armado.

Las organizaciones compartían personal. Por ejemplo, el conductor que movía los camiones robados trabajaba para ambas. Además de su alta cualificación y destreza , es el único de los detenidos con todos los permisos para conducir vehículos pesados.

Los dos grupos criminales actuaban los viernes y fines de semana, aprovechando que los remolques quedaban cargados de efectos para la siguiente semana. Para llegar a esos lugares, robaban vehículos potentes de alta gama, a los que doblaban las placas de matrícula con las de otros automóviles de la misma marca y modelo . Con esta maniobra intentaban pasar desaparecibidos.

También empleaban inhibidores de frecuencia, que anulaban los sistemas de alarma y detectores GPS de los camiones. Una vez que sustraían uno, lo llevaban a algún polígono de la provincia de Madrid o Toledo. Pasados unos días, les cambiaban las matrículas por otras robadas o falsificadas , y lo trasladaban a alguna de sus naves, donde descargaban la mercancía.

Ahora, muchos de los productos intervenidos por la Guardia Civil han sido entregados a sus legítimos propietarios y otros, a bancos de alimentos de Madrid.