Buenas puntuaciones de James Suckling para los vinos de «Sopla Levante»
El prestigioso reconocimiento para el proyecto de Rodríguez de Vera llega con 90 puntos para Lomas del Polo, 92 para La Horca, 92 para La Molineta y 93 para Pinomar
Hace siete generaciones, la familia Rodríguez de Vera estableció en la Finca Casalta, en el término municipal de Chinchilla de Montearagón (Albacete) , un lugar privilegiado para dar lugar a su sueño. En este paraje, salpicado de encinas centenarias y milenarias, situado a 1.000 metros de altitud sobre el nivel del mar, sus antepasados plantaron las primeras viñas de garnacha tintorera que rápidamente alcanzaron gran fama de ser las de mayor calidad de la zona.
En el año 2010 fundaron un nuevo proyecto de la mano de Pepe Rodríguez de Vera, para dar todo el protagonismo a la singularidad de su terroir y representar el trabajo que sus ancestros comenzaron hace tiempo atrás. A partir de ahí nace el proyecto Rodríguez de Vera, con la filosofía de una producción respetuosa con la máxima calidad, donde el mayor protagonista es el viñedo. Siempre fieles a sus raíces, actualmente han ampliado sus horizontes a otras zonas vitícolas con viñedos propios .
Es de ahí donde surge «Sopla Levante», un proyecto que nace como una extensión de Rodríguez de Vera en la Comunidad Valenciana , donde buscan parajes muy singulares a lo largo de toda la zona levantina y vinifican vinos siempre con una intervención mínima y considerados naturales, ya que no se les aporta sulfitos ni ningún añadido que no sea uva. Para ello, tienen varios parajes donde entierran una tinaja de barro en la misma viña, estrujan unas uvas y esperan a que arranquen a fermentar con las levaduras indígenas del entorno. Entonces trasladan ese pie de cuba a la bodega para arrancar con esas levaduras que han captado de cada viñedo la fermentación.
Trabajan con variedades tradicionales valencianas como merseguera, moscatel, bobal, monastrell, pero su cometido principal es rescatar y vinificar variedades que estaban al borde de la extinción, como la esclafagerre, valenci negre, parrell, etc. e incluso vinificando y estudiando variedades que se desconoce su identidad aparecidas en viñedos viejos. Para ello, colaboran con la Universidad Politécnica de Valencia.
Su buque insignia es el Parque Natural de la Mata , donde tienen viñedos prefiloxéricos en unas condiciones espectaculares a pocos metros de las salinas y del mar, que portan al vino un terroir muy especial. A ello suman vinificaciones novedosas apoyadas de elementos tradicionales como puede ser el envejecimiento en barricas que han tenido previamente licor cantueso (licor tradicional de Alicante) como en el caso de su vino «La Horca», envejecimiento sobre la madera de su propia viña muerta como el caso de «Lomas del Polo» o vinos naranjas con contacto con las pieles y crianza en tinaja de barro como el caso de «Pinomar».
Un gran trabajo y un mejor resultado en forma de vinos que está recogiendo sus frutos con los importantes reconocimientos que están obteniendo entre los expertos y los consumidores. Un ejemplo de ello son las buenas puntuaciones que James Suckling , uno de los máximos exponentes a nivel mundial en el sector del vino, ha otorgado a cuatro de los vinos de este proyecto: con 90 puntos para Lomas del Polo, 92 para La Horca, 92 para La Molineta y 93 para Pinomar. Todo un logro para «Sopla Levante», que navega viento en popa a toda vela.
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