Juan Javier Andrés

La Bolsa, ni está ¿ni se la espera?

«El ambiente de optimismo desbordado suele ser terreno abonado para futuros sustos y la semilla de malas decisiones de inversión»

«Ha desaparecido por completo la orientación de firmeza que precedentemente mantuvo nuestra Bolsa. En verdad, las circunstancias pesan mucho y no le ha sido posible al mercado seguir sustrayéndose a la influencia del ambiente general del país, indeciso […] Así es que las cotizaciones de los valores denotan inseguridad y oscilan con frecuencia irregularmente». Con estas palabras El Sol , aquel periódico de corte liberal que contó con el apoyo y colaboración de José Ortega y Gasset , se hacía eco del ambiente que hace un siglo, en concreto el 17 de diciembre de 1917, atenazaba aquel incipiente mundo de la renta variable de principios de siglo en nuestro país. Bien pudiera utilizarse semejante crónica bursátil para explicar hoy, cien años después, la falta de fuerza y decisión que viene demostrando desde el verano la bolsa española, con su máximo exponente, el Ibex-35, a la cabeza. Todo por culpa del disparatado desafío soberanista planteado en Cataluña y que en la bolsa, como en el resto de la economía en general, está pesando y mucho desde octubre.

Descabalgada de la formidable tendencia alcista que está catapultando este año a las bolsas mundiales, con Wall Street emborrachado a base de máximos históricos, los valores tecnológicos por las nubes y las grandes bolsas europeas (el Dax alemán, el Cac-40 francés o el Ftse-100 británico) siguiendo su estela a trompicones, a la bolsa española sólo le queda esperar a mejores tiempos para ponerse a la altura. Quizás con las elecciones catalanas en ciernes llegue ese momento decisivo para cambiar la dinámica, dar el do de pecho, volver a ponerse en el punto de mira de los grandes inversores internacionales y sacar partido de una coyuntura económica global y unos resultados empresariales que no veíamos desde la pasada década.

Apurando las últimas sesiones del año, cavilando si este año llegará el tradicional rally de Navidad a los mercados y a la espera de que la bolsa española resurja, quizás llega el momento de valorar un ejercicio bursátil que ha sido favorable para los inversores, salvo la mencionada excepción de España y su apatía de los últimos meses. La volatilidad está desaparecida en combate, no hay noticias de desplomes significativos desde hace meses y, con el apoyo de los bancos centrales y la marcha económica, los mercados viven una época de aparente bonanza, aunque riesgo siempre hay.

Este ambiente de optimismo desbordado suele ser terreno abonado para futuros sustos y la semilla de malas decisiones de inversión, así que, de cara al nuevo año bursátil que se atisba en el horizonte más cercano, quizás valga la pena agudizar la prudencia y la cautela a la hora de decidir dónde quiere invertir sus ahorros.

Por todas estas circunstancias son tiempos complejos para la inversión y requieren de profesionales que le asesoren sobre el mejor destino para su dinero. Es lo que hace Globalcaja Banca Patrimonial , la división de la entidad financiera especializada en la gestión y asesoramiento de patrimonios.

La Bolsa, ni está ¿ni se la espera?

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