Bodegas El Vínculo tiene nuevas añadas, con el único blanco de Familia Fernández Rivera
La bodega de Campo de Criptana presenta sus cuatro vinos: El Vínculo Crianza 2018, El Vínculo Paraje La Golosa Gran Reserva 2016, El Vínculo Reserva 2017 y El Vínculo Alejairén Crianza 2019, elaborado con uva Airén
De la unión de las dos Castillas nació en Campo de Criptana (Ciudad Real) Bodegas El Vínculo, que es un homenaje a los abuelos de las actuales responsables de Familia Fernández Rivera . Allí, en el corazón de La Mancha, es donde en 1999 encontraron unas vides bien aclimatadas para, aparte de trabajar la variedad emblemática de este grupo bodeguero, la Tempranillo, sacar partido a la uva autóctona de esta comarca por antonomasia, la Airén.
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Con ella, Bodegas El Vínculo ha conseguido elaborar uno de los mejores blancos de España, el Alejairén Crianza, que es uno de los cuatro vinos que han presentado recientemente con sus nuevas añadas. Este es el único blanco del grupo Familia Fernández Rivera. Está elaborado al 100% con Airén, una variedad única y casi olvidada procedente de Paraje La Golosa. La edad media del viñedo con la que se elabora este vino es de 90 años, conservado el sistema de plantación en vaso, que unido al cultivo en secano y a las características de la zona hace que la producción de uva sea muy limitada y de calidad excelente.
A la vista, El Vínculo Alejairén Crianza 2019 es de color amarillo pajizo intenso, limpio y brillante. En nariz, es un vino rico en matices con notas balsámicas y tostadas, acompañadas de un ligero y agradable aroma a fruta de hueso con notas anisadas y de lantana. De entrada, elegante, posee un paso por boca amplio, fresco y untuoso con un final goloso de recuerdos a almendra tostada y fruta de hueso. Un blanco perfecto para acompañar entrantes como jamón ibérico o fue así como arroces, pasta y pescado.
Los otros tres vinos con los que cuenta la bodega criptanense son tintos elaborados con uva Tempranillo. El Vínculo Crianza 2018 es de color rojo picota, pero con ribete violáceo, limpio y brillante. Huele a fruta madura de mora y ciruela con un fondo sutil de regaliz, matices típicos de este tipo de uva. Además, gracias a sus 23 meses de crianza en barrica de roble americano cuenta con aromas envolventes de vainilla y cacao. De atractiva entrada frutal y carnosa, su paso en boca es voluminoso para dejar un final largo y agradable con recuerdos a especias dulces y notas torrefactas como el tofe o el cacao. Un tinto excelente para carnes rojas a la brasa y piezas de caza menor, como la perdiz o la liebre.
También El Vínculo Reserva 2017 representa la máxima expresión del icónico grupo de Ribera de Duero: un vino 100% Tempranillo de color granate con ribete rubí, limpio y brillante. Profundo en nariz, destacan de este vino los aromas a frutas negras mezclados con regaliz, característicos de esta variedad; además de las notas golosas de vainilla y torrefactos gracias a su estancia en barrica durante 18 meses en barrica de roble americano. Presenta entrada afrutada en boca debido a su primer encuentro de fruta negra con torrefactos y regalices, que dan paso a un vino con volumen amplio y acidez suficiente para darle fuerza en boca y larga persistencia. Un vino ideal para combinar con platos de cuchara y piezas de caza como la liebre o el conejo.
Y el último, El Vínculo Paraje La Golosa Gran Reserva 2016 se caracteriza por ser un vino 100% Tempranillo cuya vista presenta un tinto color granate con capa intensa, limpio y brillante. En nariz destaca por la fruta madura tipo cereza y ciruela, con aromas especiados, notas ahumadas y hoja de tabaco seco, aportando madurez y plenitud. Se trata de un vino sedoso y elegante de entrada en boca serio y profundo con un final fresco que recuerda a los complejos matices que encontramos en nariz. El Vínculo Paraje La Golosa Gran Reserva 2016 es un vino tinto que marida a la perfección con lechazo asado, chuletillas al sarmiento, además de cochinillo lechal y quesos semicurados.
Las nuevas etiquetas de estos vinos representan los molinos de viento tan unidos a la Denominación de Origen La Mancha . El Vínculo ha apostado por homenajear en su etiquetado los 12 molinos de vientos diferentes de Campo de Criptana. Lo ha hecho a través de la representación de escenas oníricas en blanco y negro en las que el viento produce un movimiento que dinamiza cada una de ellas. Porque el viento no sólo condiciona el estilo de vida de la comarca, sino que también origina una forma particular de entender la producción del vino.