Toros

De Alcaraz a Lima: un encierro de 9.554 kilómetros

Los toros de Daniel Ruiz están en la finca «La Esperanza», a 20 kilómetros de Lima Citotusa

JUAN ANTONIO PÉREZ

Por primera vez en 15 años, la Feria del Señor de los Milagros de Lima, capital de Perú, tendrá toros españoles. La empresa Citotusa, gestora del coso de Acho, ha contratado a cuatro ganaderías nacionales y una de ellas es la de Daniel Ruiz (las otras tres son Zalduendo, Miura y La Quinta) .

A pesar de que el encierro de la divisa albaceteña será lidiado el domingo 15 de noviembre (por los toreros Sebastián Castella, Miguel Ángel Perera y Alberto López Simón) , los toros ya llevan una semana en la finca «La Esperanza», a 20 kilómetros de Lima. Es una condición necesaria para aclimatarse al cambio de continente y, sobre todo, de alimentación.

«Por lo que me dicen, los toros están fenomenal. Llegaron el domingo por la tarde (25 de octubre) y han cogido muy bien el pienso, han perdido poco peso y se están recuperando muy bien del viaje», decía esta semana a ABC el ganadero Daniel Ruiz Sanchís.

Hasta llegar a Lima, los astados recorrieron 9.554 kilómetros en unos cajones especiales realizados en Orgaz (Toledo): los seis toros se embarcaron en «El Carrizal» , la finca que la ganadería de Daniel Ruiz tiene en Alcaraz (Albacete), y fueron trasladados en un camión hasta el aeropuerto de Sevilla, desde donde volaron a Lima junto con las reses del resto de ganaderías. Los 24 toros españoles viajaron acompañados de varios veterinarios y «con las fundas puestas (protegen los cuernos) para que en el trayecto no se partieran un pitón, ni se escobillasen».

Cinco pruebas sanitarias

La empresa Citotusa se puso en contacto con Daniel Ruiz «alrededor del 15 de julio» y le pidió que reservara una corrida para la próxima Feria del Señor de los Milagros de Lima, que coincide con el 250 aniversario de la plaza de Acho (se cumple el 30 de enero de 2016). En esos momentos, Citotusa acababa de recibir la autorización del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) peruano para importar ganado bravo desde Europa. De esta manera se levantaba así un veto que se prolongaba desde 2001 por la aparición entonces de las enfermedades de las vacas locas y la lengua azul.

«El 1 de septiembre escogimos la corrida y, desde ahí hasta el 10 de octubre, dos veterinarios han hecho cinco pruebas sanitarias . Las pruebas han sido las que el Gobierno peruano exigía junto con el Ministerio de Agricultura español. Al ser todos los resultados negativos, se ha podido viajar», cuenta el ganadero albaceteño.

Según una información publicada en julio en el periódico peruano «El Comercio», «los toros tendrán que estar bajo observación cuarentenaria en las ganaderías de origen unos 25 días previos a la importación, y tendrán que ser introducidos una sola vez a la manga para efectuar los análisis requeridos».

El precedente de Bogotá

El ganadero dice que «lo más importante» a la hora de elegir la corrida ha sido «que nos gustara a nosotros, que tuviera posibilidades de embestir». En cuanto a su presentación, esta «puede ser similar a una buena plaza de toros de segunda en España» .

El encierro de Lima será el segundo que Daniel Ruiz lidie en América. En 1998, recuerda el ganadero, debutaron en «La Santamaría» de Bogotá, capital de Colombia, con «una corrida bastante buena, que torearon César Rincón, José Tomás y Eugenio de Mora». También será el colofón a una temporada, la de este 2015, que alcanzó sus picos más altos con el indulto de «Cortesano» en Albacete y el premio al mejor toro de la feria de Zaragoza para «Pescadero», al que se le dio una vuelta al ruedo. Ambos fueron lidiados por El Juli.

«En cualquier país en el que haya toros, allí está Ocon»

Los cajones para transportar 24 toros desde España a Perú los ha hecho la empresa toledana Vicente López-Ocon Fernández , con sede en Orgaz. Su propietario es la tercera generación de una empresa familiar que presume de que «en cualquier país en el que haya toros, allí está Ocon».

Están especializados en la fabricación de jaulas para el transporte de ganado y en las plazas de toros portátiles. «Hacemos el 80 ó el 90 por ciento» de ellas, dice en referencia a las plazas . El encargo de los cajones para el transporte de los toros a Lima se lo pidió «hace dos meses» la empresa Citotusa a través de un intermediario ganadero.

Los cajones, al tener que adaptarse al avión, «son un poquito más reducidos que los que habitualmente se hacen», dice Vicente López-Ocon. Si lo usual es un largo de 2,50 metros y un ancho de 80 centímetros, en este caso el ancho es similar pero el largo se ha reducido hasta los 2,25 metros. También por el transporte en avión, los cajones llevan «un poco más de ventilación».

Esta empresa orgaceña lleva unos 50 años fabricando cajones. Al principio, «se hacían muchos para Sudamérica porque era cuando se estaban creando las ganaderías allí, no solo en Perú, también en Colombia, en Ecuador, en Venezuela, en México… Se llevaban vacas, sementales y muchas corridas de toros».

Vicente López-Ocon cuenta que antiguamente el ganado «se transportaba en barco y la travesía duraba un mes. Los cajones tenían que ir equipados con comederos y bebederos, y tenían que llevar una rejilla para limpiar los excrementos. En cambio ahora, con el avión, como es un vuelo de ocho o nueve horas, pues no hace falta ninguna cosa especial».

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