2-2: Agónico empate del Villarrobledo en Sevilla

Un empate desconcertante que no tiene ningún sentido. No se puede decir que fuera injusto, porque al Sevilla Atlético le debieron valer los dos goles de Pejiño y la maravillosa actuación de Carlos Álvarez durante todo el partido.

Pero el filial sevillista se dejó este domingo dos puntos en el camino empatando ante el Villarrobledo, un colista que no gana desde diciembre, regalándole la vida que no mereció por su juego para que a través de un gol de Agus Alonso al final de la primera mitad, y otro de Montero en los últimos suspiros de partido, tras dos imperdonables desconexiones nervionenses, se pudieran firmar las temidas tablas que ilusionan poco en el «Jesús Navas».

Pejiño, una de las joyas de la cantera del Sevilla, anotó los dos goles merengues. Pero el uruguayo Agus Alonso estableció la momentánea igualada justo antes de llegar al descanso, una diana de las llamadas psicológicas.

Un pelotazo de Montero, ya en el descuento, puso el empate a dos definitivo que no le sirve para dejar de ser el colista de la tabla, pero que tiene un valor importante en el apartado anímico para lo que resta del campeonato.