Adriana Ozores reivindica la magia del teatro en la inauguración del Teatro Clásico de Almagro
La actriz ha interpretado en la localidad «La verdad sospechosa», «El médico de su honra», «Don Gil de las calzas verdes» o «El Misántropo», entre otras obras
La «heroína» Adriana Ozores ha recibido esta noche el Premio del Corral de Comedias del Festival de Almagro en reconocimiento a su entrega de años al teatro clásico, en el que, ha dicho, aprendió « el oficio y la magia» gracias a «grandes» como Alfredo Marsillach y Jesús Puente.
Con la entrega del premio ha quedado inaugurada la 42 edición del festival, un acto al que han asistido la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo , el ministro de Cultura, José Guirao , el consejero de Educación y Cultura de Castilla La Mancha, Ángel Felpeto , y el alcalde de Almagro, Daniel Reina , entre otros.
Ozores (Madrid, 1959), hija de José Luis y sobrina de Antonio, ha indicado al recibir su premio en el Corral de Comedias que quiso dedicarse a su oficio para que su apellido «mirara por otra ventana» y ha señalado que con la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), en la que entró en 1988, lo aprendió todo.
«Fueron muchos veranos de calor y, sobre todo, de risas», ha dicho la actriz, que ha agradecido los momentos que pasó con Marsillach -con el que trabajó una década-, Puente, Aitana Sánchez-Gijón, Amparo Rivelles, Carlos Hipólito y, sobre todo, «la tribu» que era la CNTC: «Este premio me ha sabido a gloria» , ha añadido.
La actriz ha hecho en Almagro, entre otras, «La verdad sospechosa», «El médico de su honra», «Don Gil de las calzas verdes» o «El Misántropo», la última que interpretó en el certamen, en 1996.
Calvo ha alabado a la galardonada en la inauguración del festival, que este año tiene la mujer como su principal baza, y ha asegurado que es una «heroína», dueña de «una vida con peso».
Almagro, ha dicho, es «un santuario de la cultura» y «un oasis para el alma» y el teatro «un hecho redondo y absolutamente reivindicable» en estos tiempos de tecnología porque es «artesanía» y «se hace de forma directa».
Ha elogiado también que Almagro, que ha hecho de la frase de Sor Juana Inés de la Cruz «el mundo iluminado, y yo despierta», se dedique este año a «la asignatura obligatoria», al «nudo gordiano» , para una democracia que es, ha dicho, la igualdad.
La «laudatio» de la actriz fue expuesta por su «amiga del alma» la escritora Elvira Lindo, que ha destacado de ella su brillantez, tozudez, valentía, delicadeza, elegancia, discreción e inconformismo y su capacidad de trabajo y talento para decir el verso, "como si lo pensara, sin afectación".
La premiada, ha dicho Lindo, puede presumir de la «doble naturaleza» de ser «gran actriz» y «actriz popular», de «ir a la contra» y ser «furiosamente singular».
El director del festival, Ignacio García, ha subrayado que Ozores engrandece el galardón, que llega a su 19 edición, y ha afirmado que tiene que regresar a Almagro y al verso «pronto» porque la necesitan.
García ha recordado que esta edición tiene en la mujer y Sor Juana Inés de la Cruz su «faro» y en México, país invitado, su musa, ya que de allí proceden 16 espectáculos, «un muestrario de su barroco virreinal nunca visto en España».
«Queremos ser y somos un festival americanista, feminista, accesible e inclusivo», ha subrayado y ha recalcado que en esta edición hay obras de 14 autoras del Siglo de Oro, 26 directoras y 23 dramaturgas.
«Nosotros queremos vivas y despiertas a todas, a Sor Juana y a Adriana, que son eslabones de una cadena irrompible de inteligencia y de conciencia que nos sigue gritando cada día», ha añadido García en el acto en el que ha actuado la mexicana Jaramar Soto y los diablos de Teloloapan.
Este jueves se ha inaugurado también la exposición «Arte y provocación. La copla como género escénico», organizada por el Museo Nacional del Teatro y Fundación Miguel de Molina, y se ha cambiado el nombre del teatro Hospital de San Juan por el de Adolfo Marsillach-Hospital de San Juan
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