El Rey volverá a rendir homenaje a Azaña
Don Felipe inaugurará el jueves una exposición organizada por Memoria Democrática sobre el político republicano en la Biblioteca Nacional

El Rey volverá a rendir homenaje el próximo jueves a Manuel Azaña , que fue presidente de la II República. 42 años después de que Don Juan Carlos y Doña Sofía visitaran en México en 1978 a la viuda de Azaña, Dolores Rivas Cherif, Don Felipe inaugurará una exposición sobre el político en la Biblioteca Nacional de Madrid.
La muestra «Azaña: intelectual y estadista. A los 80 años de su fallecimiento en el exilio» ha sido organizada por la Biblioteca Nacional de España, la Secretaría de Estado de Memoria Democrática y Acción Cultural Española. La muestra, que pretende proporcionar una imagen completa de Azaña en su triple dimensión: humana, intelectual y política, reflejará su labor como ministro, jefe del Gobierno y presidente de la República, así como su exilio, que concluyó con su fallecimiento en la ciudad francesa de Montauban.
La exposición, que reunirá unas 200 obras de la Biblioteca Nacional y de otras instituciones, seguirá una secuencia cronológica: infancia y juventud en Alcalá, su posterior desarrollo en Madrid, la II República, la Guerra Civil y el exilio. Para la conmemoración se han rescatado fotografías y vídeos , muy poco conocidos, que permiten acercarse a la figura y a la obra de Azaña, y a la memoria de su tiempo.
Manuel Azaña (Alcalá de Henares, 10 de enero de 1880, 3 de noviembre de 1940, Montauban, Francia) fue uno de los principales promotores de la llegada de la República en abril de 1931. Los grandes debates del periodo cuentan con su destacada, y a veces controvertida, intervención: el Estatuto de Cataluña, la Reforma Agraria, la cuestión religiosa o el voto de la mujer. Se identificó a la República con Azaña y a Azaña con la República y se le culpó del comienzo y desenlace de la Guerra Civil.
En el encuentro de los Reyes con la viuda de Azaña en México en 1978, aquel 20 de noviembre de 1978, Dolores Rivas Cherif se fundió en un abrazo con Don Juan Carlos y le agradeció su trabajo por el porvenir de España. «Cuánto le hubiera gustado a don Manuel Azaña vivir este día, porque él quería la reconciliación de todos los españoles», señaló la anciana. Y el Rey le respondió: «Lo sé, señora, lo sé; he leído sus obras, y lo sé». Desde entonces, cada vez que Don Juan Carlos viajaba a México, enviaba un ramo de flores de la viuda de Azaña.
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