El Rey viaja a Omán a dar el pésame por la muerte del Sultán que le recibió cuando solo tenía 17 años

Aquella fue la segunda vez que Don Felipe representó a Don Juan Carlos en el exterior, y conoció a Qabús bin Said, un anfitrión muy peculiar

Don Felipe, a su llegada a Omán en la noche de este lunes CASA DEL REY

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Poco después de recibir la promesa de los nuevos ministros del Gobierno, el Rey ha emprendido viaje a Omán para mostrar personalmente sus condolencias por la muerte del sultán Qabús bin Said, fallecido el pasado viernes a los 79 años, y saludar a su sucesor, Haitha bin Tareq al Said. Don Felipe llegó en la noche de este lunes a Mascate y hoy se reunirá con el nuevo Sultán y le dará el pésame.

Qabús recibió a Don Felipe en 1985, cuando solo tenía 17 años y viajó a Omán para representar a España en el decimoquinto aniversario del ascenso al poder de Qabús. Era la segunda vez en la vida del Príncipe de Asturias que representaba a Don Juan Carlos en el exterior. La primera fue en Cartagena de Indias (Colombia).

El Heredero de la Corona coincidió entonces en la ceremonia de Mascate con numerosas autoridades, pero ninguna de ellas sigue en activo y muchas de ellas han fallecido. Allí estaban el Rey Hussein de Jordania, el presidente de Egipto, Hosni Mubarak; el expresidente de Estados Unidos, Gerald Ford, y el Príncipe de Lieja, entre otros.

Tras asistir a una parada militar, Don Felipe dio un paseo en coche por la ciudad y por la noche acudió a una cena de gala en el Palacio del Sultán. Allí conoció a su peculiar anfitrión , Qabús bin Said, que entonces tenía 45 años. El Sultán era un amante de la música clásica, los caballos y la lectura, se había formado en el Reino Unido (estudió en un colegio privado de Suffolk y en la academia militar de Sandhurst) y había viajado por todo el mundo, pero a su regreso a Omán su padre le recluyó en un palacio de Salalah para que se dedicara a la lectura del Corán. Durante su encierro, su madre le facilitaba a escondidas una radio y el diario The Times , que le permitían seguir la actualidad y el conflicto armado que vivía su propio país con los independentistas de la región de Dhofar, fronteriza con Yemen.

Asesorado por agentes británicos, Qabús derrocó a su padre en 1970 durante un incruento golpe de palacio y lo envió al exilio en un lujoso hotel de Londres, donde falleció dos años después tras reconciliarse con su hijo. Con esa acción el Sultán liberó también a su pueblo del estilo feudal de gobernar de su padre , contrario a que sus súbditos se beneficiaran de los ingresos del petróleo para que siguieran siendo unos buenos musulmanes. Durante los casi 50 años que Qabús estuvo en el poder, Omán se modernizó, experimentó una enorme transformación económica y social y dio pasos hacia la democracia. A su reinado se le conoce como el Renacimiento.

Lo más llamativo era que Qabús, que estaba divorciado, no tenía descendencia por lo que, durante años, hubo cierta incertidumbre sobre su sucesión. Al Heredero lo debía nombrar la Familia Real tras su muerte, pero el Sultán dejó una carta cerrada con el nombre de su elegido, Haitha bin Tarek, por si ésta no llegaba a un acuerdo.

Al conocer la muerte de Qabús, el Rey envió un telegrama al nuevo Sultán: «Nunca olvidaremos la cercanía y amistad con las que siempre distinguió a España, así como las estrechas relaciones entre nuestros dos países, que impulsó en beneficio del desarrollo y progreso de nuestras sociedades« .

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