El Rey recuerda a los poderes públicos que también están sometidos a la Ley
Don Felipe insiste en que es «indispensable un sistema judicial independiente, fruto de la separación de poderes»
El Rey ha lanzado este jueves un par de advertencias al Gobierno. Por un lado, ha recordado a los poderes públicos que también están sometidos a la Ley y, por otro lado, ha insistido en la necesidad de que el sistema judicial sea independiente y se respete la separación de poderes . «Estado de Derecho -ha dicho- significa también el sometimiento de los poderes públicos a la Ley». Y para que el Estado de Derecho funcione «resulta indispensable un sistema judicial independiente, fruto de la separación de poderes».
Don Felipe ha hecho estas afirmaciones en la entrega del premio Pelayo al jurista de reconocido prestigio Tomás de la Quadra-Salcedo , catedrático de Derecho Administrativo, exministro de Administraciones Territoriales y de Justicia y expresidente del Consejo de Estado. Al acto, que se ha celebrado en el Palacio de Cibeles, han asistido los presidentes del Congreso, del Tribunal Constitucional, del Tribunal Supremo y CGPJ, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y los presidentes del Consejo de Estado y del Tribunal de Cuentas, y el Defensor del Pueblo, entre otros. En el acto también se rindió homenaje a Landelino Lavilla , fallecido el pasado mes de abril.
Tras entregar el galardón, el Rey ha afirmado que Estado de Derecho significa también «el rechazo de la arbitrariedad y de la discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo o religión». Además, ha añadido que «el Derecho ha de impregnar las relaciones entre las personas de cualquier condición, trabajadores o empresarios, pequeñas sociedades o grandes corporaciones, así como también entre los entes públicos, sean Administración General del Estado, Comunidades Autónomas o entidades locales».
Según el Rey, «el respeto efectivo al Derecho es y debe ser siempre insignia, emblema y distintivo de nuestra democracia» y un elemento «esencial de nuestra convivencia».
Libertad de creencias y manifestación
Ha añadido que la plena protección de los derechos fundamentales de la persona es una de las «exigencias» del Estado de Derecho y ha citado, entre ellos, «la libertad de pensamiento y creencias, de expresión, de asociación, reunión y manifestación». El Rey también ha advertido que el Estado de Derecho exige «un respecto efectivo al imperio de la ley, a la jerarquía de las normas y a la objetividad de la acción administrativa para la consecución de los intereses generales».