La Guardia Real reafirma su compromiso con la Constitución
Don Felipe preside como Capitán General de las Fuerzas Armadas la jura de bandera de 245 «nuevos y viejos soldados»
A la misma hora que el nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra , convertía su jura en Barcelona en un desafío al Estado , el Rey presidía en Madrid una ceremonia muy diferente. Vestido con el uniforme de Capitán General de las Fuerzas Armadas , Don Felipe ha asistido en la mañana de este jueves a la jura de 45 nuevos Guardias Reales y a la renovación del juramento de cien «viejos soldados» que salieron de las academias militares hace cincuenta años y que hoy han vuelto a besar la bandera acompañados por sus esposas o las viudas de sus compañeros. En total, la enseña ha recibido 245 besos que simbolizan la disposición a defender la patria, incluso con la entrega de la vida si fuera necesario.
En la ceremonia, celebrada en el Cuartel de El Rey, de El Pardo, el coronel jefe de la Guardia Real, Eduardo Diz Monje , reafirmó ante Don Felipe el compromiso de esta unidad en la defensa de la Constitución: «Besáis hoy la bandera de España, tejida con hilos que nacen de los sueños y anhelos de millones de compatriotas que confían en nosotros para cumplir con el deber que la Constitución nos encomienda». Con el juramento, les dijo, «habéis expresado el amor que sentís por nuestra patria, porque no existe mayor amor que el de aquél que es capaz de dar su vida por los demás».
A la jura de bandera han asistido numerosas autoridades, como la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal ; el secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde ; el subsecretario de Defensa, Arturo Romaní ; el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, general Francisco Javier Varela Salas ; el jefe de Estado Mayor de la Armada, Javier Salto Martínez-Avial ; el secretario general de Política de Defensa, almirante Juan Francisco Martínez Nuñez , y el director general de la Guardia Civil, José Manuel Holgado , entre otros.
Los 45 nuevos guardias reales que juraron bandera, entre los que se encuentran siete mujeres (15 por ciento), son miembros del Ejército del Aire y el 80 por ciento son licenciados o diplomados.
Los cien «viejos soldados» que renovaron su juramento acompañados de sus esposas o las viudas de sus compañeros son guardiamarinas de la Brigada del 68, aviadores de la XX Promoción de la Academia General del Aire y veteranos cadetes de la XXIII Promoción de la Academia General Militar.
Durante la ceremonia se rindió homenaje ante el Cristo de los Alabarderos a los caídos por España, ya sean militares o civiles, y se recordó especialmente a dos guardias reales que dieron su vida por los demás: el cabo Gregorio Muñoz García , quien en unas prácticas de tiro protegió con su cuerpo a sus compañeros del estallido de una granada, y al cabo Luis López Martínez , que en unas maniobras en la Sierra de Gredos, tras salvar de morir ahogados a dos montañeros, cayó al río pereciendo en sus aguas turbulentas. Tras el himno «La muerte no es el final», la ceremonia concluyó con un desfile de las tropas a pie, a caballo y motorizadas.
