Felipe VI: el Rey que renovó la monarquía
Felipe VI es Rey de España desde el año 2014
Cuando Don Felipe vino al mundo, España era un reino sin Rey. Su bisabuelo, Alfonso XIII , había fallecido en el exilio y, desde entonces, su abuelo y su padre trataban de restaurar la Monarquía. En aquel momento, el futuro de ese niño rubio y de ojos azules que encandiló a los españoles era incierto como Heredero de la Corona, pero muerto Franco, su padre fue proclamado Rey y él se convirtió a los siete años en Príncipe de Asturias. Don Felipe creció y maduró a la sombra de la figura arrolladora de Don Juan Carlos, el Rey que había traído la democracia y reconciliado a los españoles, y mientras crecía se formó para el peculiar oficio de Rey.
Pasó por las academias militares, las aulas y los foros internacionales, pero también recorrió España y, en sus calles y plazas, aprendió lo que la gente esperaba de él. Contra todo pronóstico, cuando asumió la Corona, la Monarquía atravesaba uno de los momentos más delicados desde su restauración, y Don Felipe se apresuró a aplicar una receta que llevaba mucho tiempo preparando mientras contemplaba el partido desde el banquillo. Lo primero que hizo fue modernizar la institución y, en su proclamación, habló de «una Monarquía renovada para un tiempo nuevo». El nuevo Rey se comprometió a «velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente» porque «sólo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones».
Poco después, España entró en un ciclo en el que los acontecimientos se sucedían a un ritmo frenético y pusieron a prueba la inteligencia política del nuevo Rey. Don Felipe estrenó artículos de la Constitución que Don Juan Carlos nunca tuvo que poner en práctica e incluso lidió con un vacío legal que escondía la Carta Magna . Ajeno a las presiones políticas de los distintos partidos, el Rey defendió a cal y canto su neutralidad. Al final del bipartidismo le siguió el bloqueo político, la repetición de elecciones, la formación de gobiernos débiles, los primeros atentados terroristas del reinado, el referéndum ilegal separatista en Cataluña, la declaración de independencia, el encarcelamiento y la fuga de políticos perseguidos por la Justicia, el estreno del artículo 155, la primera moción de censura que tumbó un gobierno, la irrupción del ejecutivo más frágil de la democracia y el ingreso en prisión de su cuñado condenado por corrupción. Si Don Juan Carlos paró un golpe militar en 1981, el 23-F de Don Felipe llegó el 3 de octubre de 2017 . Ese día afrontó el golpe del separatismo catalán contra la democracia y sus palabras supusieron un alivio para millones de españoles que se reconocen en la identidad común que él representa.
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